Era un día nublado, las calles estaban mojadas y las estrechas casas hacían el paisaje más gris. Las personas caminaban sin prisa alguna, a pesar de que aun había un poco de brisa.
Sobre aquellas calles pasaba un chico, su nombre era Osamu Dazai. Era alto, de ojos marrones como su cabello despeinado, con vendas que cubrían su cuerpo a excepción de su cara y manos, vestido con un traje negro, un saco que le quedaba algo grande y una camiseta blanca con una corbata negra. Portaba una escopeta pues aquel joven, que era el mejor cazador de su grupo, había llegado a París para acabar con una "plaga" que aterrizaba a la población y sobre todo a la gente de la vida diurna, por que se le había visto aparecer por las mañanas buscando algo que comer.
Esta plaga era nada más ni menos que una criatura gigantesca y feroz, con colmillos filosos y ojos tan rojos como un par de rubís.
Decían que la dieta del animal se basaba sobretodo en la carne, aunque no específicamente de humano, para fortuna de las personas, que presenciaron horrorizadas su manera de cazar y masticar su comida.
Dazai se había enterado de ese rumor varias semanas atrás, creyó que se trataba de una broma muy ridícula. Sin embargo, el castaño quería indagar al respecto. No solo por la apariencia tan exagerada que la gente le describía, también quería saber que era el platillo principal del animal, pues si no era la carne humana ¿por qué los mataba?
Además de las investigaciones del cazador, trataba de descubrir cuál sería realmente la apariencia de ese lobo, tal vez un pardo o gris algo grande y gordo, algo común.
Mientras se perdía en sus pensamientos, caminaba rumbo a un bar a tomar algo de alcohol y de paso conseguir a una señorita con quien poder acostarse esa noche.
Para él, ese trabajo sería pan comido y no le tomaría mucho tiempo, así que tendría un rato libre para poder "conquistar a una chica y divertirse sanamente".
Al llegar al bar, abrió la puerta y entró al establecimiento, provocando que una campanilla sonara y llamara la atención de las personas del lugar.
La gente lo miró de reojo al pasar cerca de ellos, ya que les sorprendió ver al muchacho con una arma. Mientras que una señoras parecían conversar sobre su apariencia. El castaño escuchó perfectamente así que miró hacía esa mesa y les guiñó el ojo.
Al cazador no le gustaban particularmente las señoras mayores, solo le gustaba bromear con ellas.
Después de esa entrada, tomó asiento en la barra y pidió su bebida favorita, un whisky, pues le gustaba probar la diferencia de calidad que ofrecían los distintos lugares a los que iba junto con su grupo de cacería.
Cuando la bebida le fue servida, se quedó observando cómo el hielo flotaba en el alcohol.
En seguida, una señorita, que era bastante linda según el joven, se le acercó. Tomó asiento junto de él y lo miró. Sus ojos eran de un peculiar color. Eran amarillos, estos contrastaban con su brillante pelo y su elegante forma de vestir.
-¿Eres ese dichoso cazador que e terminará a la "plaga" de la ciudad?- Dazai sonrió y asintió.
Tras su respuesta, la señorita lo tomó de la mano inmediatamente -No lo lastime- miró al suelo
-Tal vez podríamos liberarlo, dejarlo en otro lado donde pueda correr libre y cazar sin dañar a ni una sola mosca...- suplicó.
El castaño se sorprendió ante la declaración de la chica, pues esperaba que esta le coqueteara o algo similar, no estaba acostumbrado a que alguien le implorara por la vida de un animal.
Irritado bebió un poco de su bebida sin mirar a la chica, al terminar de dar el sorbo habló -Las personas de esta ciudad me contrataron para acabar con ese lobo, no para llevarlo al zoológico-
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"La Luna llena sobre París". [Soukoku]
FanfictionEl mejor cazador llega a París a terminar con una "plaga", la cual, era un lobo que tenía atemorizado a todo el pueblo. Al llegar se topa con la grata sorpresa de que su presa no era lobo común, pues una noche, un chico misterioso le advierte que a...