(+18) La Confesión - Milex [OS]

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Alex Humbug (2009)
Miles Tlsp2 (2016)


Alexander Turner era un joven de apenas 23 años. Tímido y reservado. Tenía el cabello un poco más largo que una melena, el cual acompañaba su perfecto rizo castaño oscuro; hacía tiempo que había decidido dejarlo crecer y cuidarlo. Alexander, como cualquier otro joven, tenía una novia inteligente y preocupada por él, a la que quería tal y como era, pero algo no iba bien en su cabeza, algo le inquietaba. Y estás eran las dudas. Alex sentía miedo de formalizar su relación con ella. Primero creyó que la culpa fue el haberse mudado a un pueblo pequeño llamado Wirral para estar más cerca del instituto en donde dentro de poco empezarían sus clases. Pero no. Él amaba regresar con una visita sorpresa a su ex casa en Sheffield, en donde ella lo esperaba, incluso después que principiaba con un enfoque mayor en sus estudios. Y todo se hacía cada vez más difícil. Él no tenía mucho tiempo para ella. Cuando llegaba a casa y se sentía solo, miraba los pósters autografiados de algunas de sus bandas favoritas y luego divisaba por la ventana en búsqueda de algo, ni siquiera él sabía bien que buscaba, solo contemplaba el anochecer. Alex, que aún mantenía su virginidad intacta, empezaba a darse cuenta de cuál era el problema que le impedía continuar con su vida de forma normal. Llevaba tres años en la relación y, por alguna misteriosa razón, todavía no podía llegar a la esperada relación sexual.

Alex buscó ayuda en muchos lugares e incluso llegó a pensar que era un chico asexual, más un día corriente, al llegar a aquel pueblo, un chico se le acercó para comenzar de a poco a entablar una pequeña amistad con él, pero para su mala suerte resultó ser un muchacho que buscaba más que la amistad en Alexander, porque el mencionado chico quería un romance. Alex, al percatarse de esto, huyó del lado del muchacho decidiendo no verlo más. Alexander no permitiría que ningún homosexual posara sus manos en él. Luego de un tiempo, conoció a otro y con este muchacho ocurrió algo inesperado. Alex se sentía nervioso cada vez que estaba con él y comenzó a darse cuenta de que el chico que había rechazado anteriormente había causado la misma sensación, pero por ser primerizo Alex se había espantado de inmediato tomando distancia rápidamente. Como lo único seguro en él era la inseguridad hizo con el segundo joven exactamente lo mismo. Alejarlo.

Los días fueron transcurriendo, más el muchacho de iris marrón comenzó a preguntarse muchas cosas de sí mismo, entrando en la duda. ¿Cuáles eran sus preferencias sexuales? él no sabía si escoger por los hombres o las chicas, entonces, decidió cortar de una vez su relación de años con su prometida. Pensaba que un engaño de ese tipo no se veía bien, ya que, luego de entender lo que estaba pasando por su mente, él no sentía la misma atracción por ella.

Sintiendose desconcertado, Alexander pensaba que era imposible encontrar paz en aquel lugar donde recién estaba de allegado, este pueblo era algo pequeño, pero como cualquier pequeño pueblo se encontraba una gran iglesia que solo daba a dos cuadras de su casa y a pesar de que Alex jamás fue religioso escuchaba que casi todo el mundo mencionaba a un tal sacerdote Miles que daba sus oraciones todos los domingos en aquella parroquia que se caracterizaba por sus grandes y coloridos vitrales, esa misma que cada mañana de domingo llenaba de personas de fe el culto.

Después de la Universidad, Alex siempre caminaba cercano a la parroquia para poder arrimar a su hogar mucho más deprisa, pero no le apetecía acercarse a mirar más de cerca aquella capilla.

🐢

Pasando los días de su paranoia y extraño comportamiento, quiso tomar una pequeña distracción y decidió acudir a una fiesta en donde se hallaban personas con las cuales había hecho amistad, pero ahí ocurrió por tercera vez aquel inesperado incidente. Uno de los chicos de esa fiesta se acercó, Alex, con copas encima, se adentró en una habitación cerrada con pestillo con él y, durante algunos intentos forzados por no actuar, finalmente rozó sus labios con los del otro muchacho e incluso, poco a poco las calderas se fueron encendiendo hasta llegar a tocar parte de la masculinidad del joven.
Luego de que el muchacho le exigiera más a Alex, este, con bastante temor, le dio un empujón para así correr al patio de aquel sitio de celebración en donde había más de aquellos hombres de su edad, más el chico no dudó en ir detrás para hacerlo gigar ante él lanzando una frase directa y aclamadamente fuerte para Alex:

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