▪y me grita al oído que no va a cambiar▪
Martina
d
os meses despues
Vi como Daniel bajaba la cabeza y no me respondía,en ese momento entendí todo,era con la que me cuerneo, y ver la sonrisa de samira de oreja a oreja y yo destruida hizo que me dieran ganas de vomitar e irme a mi casa.
— vamos a casa dani,por favor,llevame a casa— le dije con enojó y tristeza.
El aceptó y sin despedirnos de samira fuimos rumbo al auto,hacía casa.
Daniel arrancó el auto y yo debatía si hablar o no,si preguntarle o no,aun que ya me quedo todo claro,era ella con la que ocurrió todo.
—¿fue ella no?fue siempre ella— dije rompiendo el hielo.
Daniel ni se limitó a mirarme,no sacaba la vista de la carretera.
—con ella paso todo,con ella me cuerneaste,por ella paso todo lo malo entre nosotros— solte.
Daniel seguía sin hablarme y mucho menos mirarme.
Proseguí a hablar.
—y ni siquiera te dan los huevos de mirarme a la cara,ni siquiera podes mirarme daniel,porque si lo haces te rompes,te largas a llorar y en tus ojos se puede ver la verdad,y yo ya la vi,hasta sin que me mires la veo y realmente es horrible y triste esto— dije con lagrimas.
El camino hacía casa,fue incomodo,raro.
—desde que volviste de formosa me estas ignorando,te venis a dormir,te vas a la mitad de la noche,te quedas a desayunar,te llaman para ensayar,eso y mil excusas mas— le digo ya llorando a daniel,el cual ni me escucha— ¡sos un pelotudo y ni pienses que voy a volver con vos!— le grite haciendome largar un sollazo.
— ¿terminaste?— dijo restándole importancia a todo lo que le dije.
Me acerqué a el,agarré su celular y lo tire al piso,rompiendole la pantalla.
—¡que haces flaca!— grito enojado.
—terminamos—declaré mirandolo.
Habían tantos insultos que quería decirle,pero no logre que salgan,el nudo en mi garganta me lo impedía.
—podemos hablarlo sami,no dejemos todo asi— rogó y cerre mis ojos al escuchar como se confundía de nombre.
Ella había sido el problema,despues de todo,lo había conseguido.
suspire calmada y lo mire nuevamente.
—por el amor que alguna vez me tuviste,andate,me haces mal daniel—supliqué y el se acercó a mi pero lo alejé— andate daniel,por favor andate— dije con un hilo de voz y partiendo en llanto.
—lo podemos arreglar mar—sollozó callendo de rodillas al frente mío.
Niego mientras trato de separarlo de mis piernas.
—lo nuestro ya no tiene arreglo,andate daniel,voy a llamar a la policía si no te vas ahora— digo con dolor.
Llorando se separa de mi y me mira con dolor.
—no me dejes,por favor mar,no me dejes— suplicó sollozando.
—si vos no me hubieras cuerneado,nada de esto estaría pasando daniel,ahora andate.
Lo vi irse destruido de mi casa.
Yo tambien lo estaba,pero yo ya no podía mas,nosotros ya no dabamos mas.
se había convertido todo tan perrene que decidí dar un paso al costado y decir basta.
