IDENTIDAD

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Yo ya conocía lo que era el amor, lo había sentido, lo había experimentado y cuando llegó su momento, lo había llorado.

Kim Jongin era el amor de mi vida, era la razón por la cual yo sonreía y por la cual podía seguir adelante.

Cuando nacimos estuvimos destinados a la grandeza, no me refiero a riquezas ni esas cosas por el estilo. Me refiero a grandes acontecimientos, nuestros poderes nacieron con nosotros y evolucionaron con nosotros, pero por supuesto, todo lo bueno debe siempre venir con algún mal pisándote los talones....

--------- Hace 7 años ----------

-Kai, déjame, deja mi cara en paz.

-¿Por qué? Me gusta tu cara.

-Solo te gusta molestarme.

-Claro que no, amo tus mejillas, son redondas, no tanto como las de Xiumin, pero son redondas y suavecitas, tienes unos ojos saltones oscuros y bonitos.

-¿Por qué rayos serían bonitos unos ojos saltones?- Kai se río y se encogió de hombros mientras deslizaba la yugular de su dedo por el contorno de su mejilla y de paso le acomodaba un par de mechones.

-No sé, es parte de tu encanto.

-Pues que gustos tan raros tienes.

-¿Pero te digo cuál es mi parte favorita?- Kyungsoo no quiso ni mirarlo, le daba vergüenza todo lo que le estaba diciendo por más que su orgullo no le permitiera decir nada.

-No.- Dijo finalmente sin esperar, pero si queriendo una respuesta.

-Aw, pero ven acá gruñón, así no puedo verte.- Kyungsoo estuvo a punto de protestar hasta que Kai lo tomó por la barbilla para inclinarle ligeramente la cabeza y acallarlo con un suave y delicado beso. El de ojos saltones quiso protestar en un principio, pero Kai no se movió de su lugar, se mantenía quieto con los ojos cerrados mientras lo besaba con dulzura y ante eso ni siquiera Kyungsoo era capaz de resistirse.

Cuando finalmente Kai sintió que el contrario cedía a su beso abrió los ojos para encontrar los contrarios cerrados.

-Tus labios acorazonados...- murmuró volviendo a cerrar sus ojos y esta vez unir sus labios en un beso más profundo, uno donde ambos se buscaban y se encontraban sin parar, un beso donde incluso las manos del moreno se podían deslizar por su cintura y descendían a partes que solo a él le eran permitidas explorar.

Kyungsoo normalmente intentaba oponerse por todo lo que le hacía sentir, no es que no le gustara, todo lo contrario, le gustaba tanto como lo besaba y como podía fundirse en su cuerpo que le daba terror, temía tanto perder todas aquellas sensaciones o volverse loco en ellas.

-Eres un tonto...- Susurró frágil la voz de Kyungsoo cuando finalmente Kai se separó unos centímetros para poder permitirle respirar.

-Quizá, pero es parte de mi encanto.- El contrario golpeó su brazo y frunció el ceño.

-¿Por qué siempre tienes que decir tonterías?- El moreno río y se abrazó al mayor, lo envolvió en sus brazos y lo atrajo haciendo que la espalda de este se recargara contra su propio pecho, una vez que lo tuvo aprisionado besó su cabeza con delicadeza y con dulzura.

-Porque te amo, si no te amara no podría decir todo lo que digo y no podría reír cada vez que frunces el ceño. Cuando despierto en las mañanas a tu lado soy la persona más feliz, casi olvido para lo que nacimos y todo lo que poseemos, casi olvido el difícil futuro que nos espera, solo porque te tengo a ti, junto a mí. Por eso me gusta bromear y hacer travesuras contigo.