jeongguk suele maltratarlo, obsesionado por mantenerlo a su lado, y él pequeño yoongi intenta sobrevivir a todo.
• capítulos cortos
• creada para concientizar, no romantizar, las relaciones tóxicas no son buenas en ningún sentido.
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Al tener oportunidad de salir de aquella casa de infierno se encontraba extrañamente alegre, a pesar que esto fuera solo por cinco minutos ya que simplemente debía comprar algunas cosas para el servicio de la casa, suspirando cuando el sol golpeó su blanquecino rostro, bajando pronto la cabeza para que ninguna persona que caminaba notara el moretón que cubría su ojo.
Al llegar a un almacén cercano simplemente pidió algunas cosas, cuando accidentalmente levantó la cabeza al entregar el dinero correspondiente, recibiendo una mirada preocupada de la señora que atendía, —cariño, ¿qué te sucedió? mira como tienes ese ojo, ¿necesitas ayuda? —preguntó la señora mientras extendía su mano para posarla en el mentón del chico, a lo que él negó. —Estoy bien —dijo en un hilo de voz, sintiendo calma al recibir aquel leve tacto de la señora, más esta no duró mucho, pues como una pesadilla se apareció Jeon.
—Yoongi, ¿qué haces aquí? Vamos a casa —dijo mientras se acercaba a él, tomando su brazo con una fuerza brutal, alejándolo de la señora y llevándolo casi arrastrado de vuelta a la casa que compartían, donde cuando la puerta fue cerrada empezó la pesadilla. —¿Qué mierda te he dicho de salir? Tú al parecer eres imbécil, no hay remedio contigo. Necesitas un correctivo —. Su corazón casi pudo detenerse al oír la furia con la que hablaba Jeon, negando asustado mientras sentía como sus extremidades temblaban fuertemente, —n-no, por favor, aún me duelen los moretones desde ayer, te lo ruego —formuló el castaño entre lágrimas, simplemente recibiendo una estruendosa risa de parte de Jeon, quien sin importarle nada comenzó a golpearlo fuertemente, jalando su cabello hasta finalmente subirlo a la habitación, donde cerró la puerta con seguro.
