No puedo dormir sin mi lámpara encendida, odio el hecho de dormir envuelto en completa oscuridad. Ésta noche hay algo diferente, un insecto parece estar volando alrededor de mi lámpara, y de vez en cuando da vueltas sobre mi.
El insecto no hace ningún ruido, cuando se acerca a mi rostro no puedo escuchar ese “bdddsss" que hacen las plagas y los mosquitos, y la sombra que produce cada vez que se posa en mi lámpara no se parece a la de ningún otro insecto cuya sombra haya visto antes debo decir…
No le di mucha importancia, me giré sobre la cama dándole la espalda a mi lámpara. No tardé mucho en quedarme dormido.
Me desperté, aún era de noche, y ya no podía ver al insecto por ningún lado. Algo me despertó, fue un ruido, un golpe, pero a mi alrededor no había nada por lo que alarmarse. Me acomodé en mi cama y volví a cerrar los ojos.
Un dolor, una punzada en mi ojo izquierdo hizo que me despertara repentinamente, me senté en mi cama y sacudí con mi mano desesperadamente mi ojo izquierdo, pero el dolor se intensificó y me hizo soltar un alarido deliberadamente a la vez que me levanté para verme en el espejo.
Mi ojo estaba rojo, lleno de lágrimas que no podía retener y con lo que parecía ser una mancha negra que venía de mi párpado inferior. Pensé que podía ser sucio que cayó en mi ojo en algún momento (era la explicación menos alarmante). Pero al intentar sacarlo con mis dedos un ardor intenso, una punzada me apuñaló el ojo, solté un grito, el dolor siguió unos segundos después de quitar mis dedos.
Estaba desesperado y asustado, fui al baño y abrí la llave del lavamanos, rápidamente cargué mis dos manos con agua y la arrojé sobre mis ojos, pero el dolor fue aún peor, solté un grito aún más fuerte y casi caigo de rodillas al suelo de no ser porque estaba usando el lavamanos como aguante.
Corrí devuelta a mi habitación desesperado con las lágrimas corriendo por mi rostro entre alaridos. Volví a verme en el espejo y la mancha estaba más grande que antes, casi cubría toda la parte inferior de mi ojo.
Podía sentir el miedo y el asco subir de mi estómago pasando por mi corazón hasta mi garganta, no tenía a quien llamar, ni a donde ir, el dolor hacía que me desesperara cada vez más, era un dolor cíclico, punzadas que iban y venían.Tomé mi teléfono de mi mesita de moche, noté que estaba temblando pero no me sorprendió, marqué el número de emergencia y al primer tono contestó una mujer.
-Asistencia, ¿Cuál es su emergencia?
-¡Hola, tengo… -Mi voz se escuchó temblorosa y débil, pero un dolor me interrumpió, ya no era solo mi ojo izquierdo, mi ojo derecho empezó a punzar levemente y aumentó a un dolor intenso que casi supera al anterior -¡Agh! ¡Ha! ¡AAAAAAAHH! -Dejé caer mi teléfono y caí de rodillas al suelo, incliné mi torso hacía delante dejándome con la vista hacía el suelo. Mis gritos no paraban al igual que el dolor en mis ojos, las lágrimas hacían un desastre húmedo en mi cara y al poner mis manos frente a mi rostro pude notar que eran azules, gotas azules, lágrimas azules caían de mis ojos.
Estaba aterrado, temblando, gritando, llorando de rodillas y con un dolor inmenso que envolvía todo mi cráneo.Me desmayé.
Al despertar ya era de día, estaba acostado en mi cama con la cara húmeda, envuelto en sudor, mi corazón estaba agitado y sentí como si pudiera respirar después de haber aguantado la respiración por varios minutos. Miré a mi alrededor, no había nadie además de mi, limpié mi cara con mi mano, al parecer estaba llorando, me levanté y me miré en el espejo, mis ojos estaban como siempre solo que más cansados de lo normal. Me senté en mi cama y me quedé mirando el suelo, recordando cada parte de lo que al parecer fue una “pesadilla"… Giré mi vista hacia algo que me llamó la atención unos centímetros lejos de mi en el suelo… Era mi teléfono, el cual podría jurar había dejado en mi mesita de noche antes de dormir. Fui hacia el y lo tomé, tenía una raya nueva en su pantalla, la acaricié con el pulgar y lo revisé para ver si tenía alguna otra sorpresa.
Una pequeña sombra voló a mi lado izquierdo, me giré hacia la dirección a donde fue y vi al insecto extraño posado en la pared al lado de mi cana. Di un paso hacía él y él se fue volando hacia arriba, lo seguí con la mirada hasta el techo.
En donde pude notar que, ahora, había otros dos insectos iguales a él pero mas pequeños a su lado.