†CAP.5†.sonrojo.

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Alexander.

Son las tres de la madrugada y aun no puedo dormir por la conversación con Brook, no se si este bien lo que vamos a hacer.

Tengo que admitir que si lo extrañó, extraño cuando cada noche me colaba a su habitación y lo molestaba. Es extraño que el "bad boy" del instituto muestre sus sentimientos, pero todos tienen un pasado, yo antes no era así, todo cambio ese día, ese maldito día.

Salgo de mis pensamientos cuando una sensación de sed cala en mi garganta. Bajo por las escaleras, me dirijo a la cocina y agarró un vaso con agua.

–¿Qué es lo que ocultan Alexander?.–Pregunta alguien detrás de mí, me volteo y veo a Michael.

–¿De que hablas, Michael?.–pregunto.

Él da dos pasos hacia mí. Mierda.

–Sabes de lo que hablo, tu y mi hermana ocultan algo.–Sonrió dejando el vaso en el fregadero.

–Es cierto, ocultamos algo.–Digo mientras me acerco a él.

–¿Qué es lo que ocultan?–Michael va retrocediendo a cada paso que doy hasta que su espalda choca con la pared.

–Pero eso,–Me acerco más a él haciendo que nuestras respiraciones choquen.– No te importa Michael.

Nos miramos a los ojos.

–To-Todo lo que ha-haga mi hermana es m-mi asunto.–Me dice tartamudeando. Aún tengo ese efecto en él.

Acerco mis labios a su oído asiendo que estos lo rocen, el se estremece.

–No, no lo es.– Me separo de él y salgo de la cocina con una enorme sonrisa, enserio extrañaba eso.

Michael.

¿Qué acaba de pasar?.

Mi rostro se siente caliente, volteo a el espejo que está en la cocina, no pregunten, veo mi rostro y está de un color rojo bastante intenso, en este momento odio mi palidez.

Nunca me había sonrojado así o no que yo recuerde.

¿Qué es esta sensación de calidez y nerviosismo?, Recuerdo sentirla alguna vez de mi vida, pero no se en que momento.

Maldito Alexander.

Brocklyn.

Despierto antes que todos y bajo para preparar el desayuno, todos lo hacemos pero hoy me toca a mí. Teníamos a rosa y Estella pero les dimos unas vacaciones pagadas.

Mientras preparó el desayuno alguien entra a la cocina.

–¿Por qué estás con mi hermano?.–Mi corazón se acelera al escucharla.

–¿Por qué lo preguntas, Scarleth?.–trato de que no noté lo que provoca en mí.

–Ustedes no se quieren.–me toma del brazo y me voltea.

–Eso no lo sabes tú.–Le respondo, pero es verdad, sólo nos queremos como grandes amigos.

–Conosco a mi hermano y se que no te quiere.

Me acerco un poco más asiendo que nuestras respiraciones se mezclen y nuestras narices rocen.

–Todos cambian, Lety, unos para bien y otros para mal.–La llamo como hace mucho no lo hago.

–N-No, Us-Ustedes no.–Tartamudea, genial sigo teniendo poder sobre ella.

Me acerco un poco más, tanto que nuestro labios casi rozan.

–Nadie lo sabe.–Escucho pasos provenir de la escalera así que me separo de ella y me volteo para continuar asiendo el desayuno que consistía en panqueques.

–Scarleth, ¿Te pasa algo?.–Escucho la voz ronca de Álex.

–¿Q-Qué?, Oh, N-No.–Carraspea–No, No me pasa nada, sólo tengo calor.

Pongo los panqueques en cuatro platos, y Álex me ayuda a ponerlos en la isla de la cocina.

En eso Michael baja y entra a la cocina, se sonroja al ver a Álex. Álex sonríe burlón al verlo.
Aquí pasó algo y el idiota que tengo a mi lado me lo contará.

–Michael, ¿Te sucede algo?.–Pregunto cuando se sienta frente a mi.

–mmm, no, s-solo t-tengo calor.–Tartamudea.

–¿Enserio?, Estamos a noviembre y hoy lloverá por lo que veo, ¿Están seguros que están bien?.– pregunta de forma burlona Álex.

–No te importa, Collins.–Dice Michael para después levantarse
e irse.

Scarleth igual se para y va tras Michael.

–¿Qué pasó, Alexander?.–le preguntó.

–Lo mismo que hace dos años y medio.–Dice sin mirarme.

–Actuaron igual que aquella vez.–digo.–¿Crees que sus expresiones sean las mismas?.–pregunto.

–Talvez, pero no se verán iguales, cambiaron mucho.–Me mira.–Y nosotros también.

–cierto, ahora te ves mas sexi con todos esos tatuajes.–le sonrió pícara.–y estoy segura que eso prende a mi hermano.–Le susurro al oído.

–igual tu estas más buena.–rie, me encantan estos momentos.– ya no somos eso niños de 16 años.

–Eso esta bastante claro.–Suspiro.– Vamos, se nos hace tarde para el instituto.– digo mientras me levanto de la silla.

–Vamos, tenemos que vigilar los.

Ambos salimos de la cocina para salir de casa donde nuestras motos están estacionadas, nos montamos y arrancamos para el instituto.

Espero que esos malditos no se metan nuevamente con nuestra familia.

LO PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora