El apagón

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Hace poco se fue la luz de mi barrio y me fui al parque a fumarme uno. Había oscuridad absoluta de esta de la que no te puedes ver ni tu mano enfrente de la cara. Cuando ya me lo había fumado casi todo y se había apagado del tiempo que llevaba ahí flipando, fui a encenderlo y me salto la piedra del mechero. Me cague en todo y de repente escucho: "ten bro", me giro y solo pude ver el mechero encendido, yo acerque la mano muy despacio para cogerlo casi como si fuera un fantasma. Me lo encendí y cale al mismo tiempo que se lo devolvía a ciegas. Hermano, no te vi la cara, ni te hubiera reconocido. No sé ni si de verdad eres real o el Espíritu Santo, pero allá donde estes, Gracias Bro! Te quiero!

Anecdotas de fumadosWhere stories live. Discover now