—¡Mamá!— la voz de Lena relleno la casa.
Una mujer con el pelo avellana se asomó de una habitación, era muy parecida a Lena, exeptuando los ojos, Lena los tenía verdes y la mujer canelas.
—¿Si, cariño mío?— dijo cansada su madre, Lena sonrió de oreja a oreja.
—¡No vas ha creer lo que ha pasado! ¡Unos Dementores nos a atacado!
—¿Nos?— repitió su madre confundida.
—Si, nos.— confirmó la pequeña.— A mi y a Harry Potter.
Su madre casi se cayó del susto.
—¿Harry Potter? Debo informar a la Orden...— murmuró preocupada, pero Lena la detenío.
—¡Yo quiero ir! ¡Yo he estado con el! ¡No es justo!— se quejó a gritos Lena.
Durante todas las vacaciones ella sabía que la Orden del Fénix había vuelto a reunirse y que sus padres y su tío estaban en el ajo. Su madre la dejaba aquí con su gato durante todo el día y a veces ni volvía para dormir. Podía estar incluso una semana, ya que de la boca de su madre, eran asuntos muy importantes. Lena quería ir y entender todo, pero sus padres se lo prohibían.
—¿Rosario? ¿Quién ha venido?— Lena miro a su padre que se encontraba bajando las escaleras.
— Nuestra hija, amor.— contestó Rosa.— Tú hija no me quiere entender. Hazcelo saber tú.
—¿De que? — él recibió un pisotón en el pie por parte de su esposa. Soltó un pequeño grito. —Vaya...creo que será de la Orden, ¿Verdad?
—Si papá. Si. ¡No es justo! ¡Me aburre estar aquí! ¡Y ya no soy una niña pequeña!
—Lo eres. Punto y final.— cortó su madre.
—¡No! Esto no termina aquí. ¡No pienso quedarme más! — gritó ella, su padre tubo que hablar.
—¡Se acabó! ¡Vete a tu cuarto castigada, Lena! ¡Llevamos todo el verano así! ¡Necesito... Necesitamos un descanso! ¡No quiero que salgas de tu habitación hasta que volvamos! — Lena se cayó, cerró bien la boca.
Lo miro con dolor, y con lágrimas surcando sus mejillas subió a su habitación rápidamente. Un tremendo portazo se escuchó. Leo suspiro cansado y con un leve asentimiento por parte de Rosario, supo que debían irse, así que cogiéndose de las manos desaparecieron del lugar.
Lena cogió un puñado de cuadros con fotos de su familia y con rabia lo lanzó al suelo provocando que varios cristales saltasen por el cuarto. Vio como una niña pequeña estaba en los hombros de su padre y ambos reían. Esa era ella y su padre.
Muchas lágrimas rodaron lentamente sobre sus redondas mejillas. Había tomado una decisión. Se iba a marchar.
Con prisa cogió una pequeña mochila muggle y se la colgó en el brazo. Metió dentro su varita y a su gata, que esta la coloco muy despacio para no hacerle daño y no cerró del todo la mochila para que tuviera aire Nevada.
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Red Lumos || R.Weasley
Fanfiction✡ Lena Deveng es un chica muy irresponsable y siempre se mete en donde no la llaman. Puede ser que ha veces venga bien ese don que tiene. Más incluso cuando se trata de su amor secreto; Ronald Weasley ❝ ¡Eh! Prefiero ser una cotilla que una idiota...