Arañando la consciencia.

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CAPITULO 2.

Al despertar y revisar mi imagen en el espejo me encontré un intento de nota con labial escrita por Elián.
Parecía decir algo como "nos vemos en el insti" pero apenas legible. Asumí que su resaca era peor que la mía, y que por supuesto tuvo intenciones de cabrearme.
Me quedó claro que esa era su venganza por manchar su lienzo más preciado la noche anterior y sí, damas y caballeros, estoy hablando de su rostro de Adonis.

Para cuando termine de asearme y decidir qué me veía decente tomé las llaves de mi auto. No me había percatado de cuanto extrañaba a mi Demon. Así es como llamo a mi Dodge challenger.

Después de que Alanis descubrió que tenía innumerables multas por exceso de velocidad me castigó varios meses llevándose mi auto. De forma que tuve un comportamiento ejemplar para que me lo devolviera y aquí estamos, juntos otra vez.

Se preguntarán porque razón tengo un auto de 850 CV si no puedo conducir a alta velocidad...

Bueno fue un regalo de mi padre antes de morir. Una de las cosas que ambos compartimos fue la pasión por la velocidad y los autos de alta gama. Mi madre por otro lado, piensa muy diferente, pero no le ha quedado más opción que respetar la última cosa que mi padre me dejó.

No había demasiados planes para hoy, de hecho no había ninguno, porque Lina fue secuestrada por su familia el resto del fin de semana. Lo que significaba estar libre de estructuras y eso era más que suficiente para mi.

Había pensado en limitarme a disfrutar de un paseo con mi Demon para luego encerrarme en el playroom a perder mi tiempo con series y comida chatarra. Elián también desapareció del radar de forma sospechosa así que esa era mi opción más aceptable.

■■■

El resto de mi fin de semana se pasó como un borrón, para cuando llegue al insti fui directo a por un café, el dolor de cabeza y la resaca me estaban matando.

Se preguntarán ¿cuál resaca?, bueno... la de la botella completa de vino que tomé lamentando no tener vida amorosa mientras miraba una película cliché. Patético. Lo sé.

Giré hacia la derecha y entré en la gran cafetería, reparé en varias miradas pero las ignoré al instante. Pedí mi café doble y me senté en una de las mesas junto a la ventana.

Me sentí observada de una forma extraña por lo que levanté mi vista para recorrer el lugar y obtener una confirmación real de que así era.
Y adivinen ¿qué?.

Encontré un par de ojos negros clavados en mi y llámenme loca, pero el chico de la mirada furtiva en la mansión, estaba a escasos metros recostado sobre una de las columnas.

Parpadeé algunas veces sintiéndome una tonta, no lo había imaginado.

Ese chico, quien quiera que sea, seguía viéndome, pero esta vez su expresión era inescrutable. No había rastro de emoción alguna como creí ver la noche anterior.

Me sentí lo suficientemente incómoda como para largarme al instante y buscar a mis amigos.
Al salir al pasillo eché un vistazo atrás para asegurarme que no venía tras de mí.

Visualizé a Elian recostado a un casillero hablando de forma insinuante con una chica. Típico de él, me acerqué y lo arrastré del brazo sin dejar de caminar.

_Buenos días para ti también Allen. -Me dijo de forma sarcástica y divertida-.

_Buenos días. -Dije soltando su brazo finalmente para caminar a la par- Dame una buena razón por la que me abandonaste el fin de semana. -Finalize mientras abría un paquete de chicle y me lo metía a la boca-.

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2020 ⏰

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