El crudo invierno azotó a la pequeña Provincia de Sofía, Bulgaria. El Río Pravets estaba tan congelado, como el cuerpo de Bianca West, una joven pelinegra de aproximadamente 25 años. El viento era tan fuerte, que en cada ráfaga, las miles de partículas de hielo, cortaban la piel de su rostro. El llanto ahogado que salía de su boca, no le era suficiente para pedir ayuda.
Pasos apresurados se oían detrás de ella, volteó y al ver la sombra negra aproximarse, comenzó a correr como podía. El entumecimiento en sus piernas y brazos, le impedían ir con más velocidad. Hasta que por fin llegó a una cabaña, golpeó y comenzó a pedir ayuda, de pronto, una joven abrió la puerta.
—¡Oh por Dios! ¿Qué te sucedió? —preguntó a la vez que la socorría y ayudaba a entrar.
—Un… un… alguien intenta matarme… ¡Ayúdenme! —suplicó alterada. De pronto un hombre salió de la cocina, sosteniendo un vaso con agua.
—Ya llamé a la policía… se demorarán por la tormenta de nieve —informó el sujeto.
—No lo entienden… —dijo Bianca tratando de levantarse—. ¡Nos matará a todos! Debemos irnos…
—¿Pero quién es? —La voz de la mujer sonó preguntando con incertidumbre.
—No lo sé… pero ha matado a mi novio Steve… —comentó alterada.
—Tranquila, la policía llegará en cualquier momento y te llevarán a un lugar seguro… —dijo la chica—. Por cierto, mi nombre es Roy y ella es mi novia Xiomara.
—Es un gus… —decía pero alguien o más bien dicho algo, la dejo muda. Miró por detrás de ambos.
—¿Señorita? —habló Roy. El poco color que Bianca había tomado, se desvaneció de pronto y palideció rápidamente.
—De… debemos… ¡Debemos salir de aquí! —Se levantó rápidamente y caminó hasta la puerta. Xiomara se levantó para ir detrás de ella, pero algo la frenó.
—¡No me puedo mover! ¡Roy! ¡¡Ayúdame!! —Este intentó acercarse a ella, pero también terminó igual.
—¿Pero qué ocurre? —indagaron juntos, de pronto Bianca apareció sentada frente a ellos y comenzó a reír.
—¿Saben que es lo gracioso de esto? —dijo con la mirada en el suelo y una voz totalmente tranquila.
—¿Qué? —preguntó Roy a la vez que se oía el llanto de Xiomara de fondo.
—Que jamás, pero jamás… deben abrirle la puerta a alguien desconocido y más sí anda a estás horas sola… —comentó.
—Pe… pero necesitabas nuestra ayuda… —El sollozo de Xiomara fue acompañado por esas palabras.
—Por un lado sí, pero por el otro no… —Ambos la miraron desconcertados.
—¿Qué quieres decir con eso? —habló Roy.
—Quiero decir que por un lado necesitaba que me ayuden, porque él necesita alimentarse y por el otro no, porque solo lo hacemos por diversión —respondió con seriedad.
—¿Él? ¿Quién? —preguntó Xiomara.
—Mi esposo… —De pronto Bianca se acercó a Roy y con solo apoyar su dedo índice sobre su pecho, este se elevó quedando como Jesús en la cruz.
—¡Déjalo en paz! —La voz de Xiomara se escuchó, entonces Bianca se acercó a ella.
—Pero miren a quien tenemos aquí… la pequeña zorra que está con varios hombres y también se sigue haciendo la mujer más sexy de todas… —El rostro de Xiomara se palideció al oír eso salir de la boca de Bianca.
—¿De… de que estás hablando? —El nerviosismo afecto su voz y su vista viajaba de Bianca a Roy y viceversa.
—De tus aventuras con todos los que se te crucen… ¿Así que te gusta el sexo, verdad? —dijo y la colocó como a Roy, quien oía todo, pero permanecía en silencio por la sorpresa.
—Yo no tengo ninguna aventura con nadie… —Ya no podía decir palabra alguna, ya que, sabía que lo que Bianca decía, era cierto e intentaba defenderse a toda costa.
—Si tanto te gusta… déjame enseñarte como se hace… —De pronto una fuerza inexplicable, despojo de su ropa a ambas, permitiendo que sus partes queden expuestas. Bianca se acercó y manejo a Xiomara como una marioneta. Abrió sus piernas y metió dos dedos en su vagina y comenzó a moverlos, los gemidos por parte de la chica no se demoraron en presentarse, luego Bianca mordió sus pezones a tal punto que se pusieron rojos. Por último, metió por completo su mano en su intimidad. El gemido que salió de Xiomara no fue de placer, sino de dolor. Porque ella comenzó a raspar su útero. Los gritos de Roy aturdían a Bianca, así que de un solo movimiento de su mano, sello por completo la boca de él.
—¡¡Para, por favor!! —suplicaba la muchacha, quién ya comenzaba a sangrar.
—Me regocija tu dolor… —Quitó su mano y la sangre broto, la alzó hasta formar una pequeña esfera flotante. Luego tocó el pecho de Roy y este bajó, pero quedó inmóvil. Desnudó al hombre y como sí fuera poco, tocó su miembro y lo transformó en algo enorme, él sentía dolor, como cualquier hombre siente cuando no puede eyacular. Su juego estaba yendo mas allá de los límites normales. Se sentó en el sofá y habló—. Termina con ellos —Le dijo a la sombra que en ese momento se hizo visible.
La sombra de pronto se acercó a Xiomara y comenzó a penetrarla, el miembro de Roy explotó en sangre. Tiñendo la habitación de rojo, Xiomara comenzó a largar coágulos por su boca, oídos y ojos. Sea lo que sea que la penetraba, la reventó por dentro. Sin embargo Bianca, reía por ello. Una vez que los cuerpos cayeron al suelo, se acercó a la sombra.
—Puedes mostrarte Simejes… —De pronto una cosa o animal deforme apareció frente a ella—. Es hora de irnos… —Sonrió de lado, se dio media vuelta y salió en busca de más almas caritativas que le den asilo.FIN
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Let Me In
Mystery / ThrillerAyudar: Hacer algo de manera desinteresada para aliviar de algún aprieto o problema a otra persona. El significado esta muy bien explicado. Pero, ¿de qué sirve ayudar, sí al final de cuentas no sabemos por quién lo hacemos? Xiomara y Roy, fueron la...