Cuando Zendaya conoce a Tom Holland, es apenas un actor emergente y con pocas películas a su disposición. Es un novato que está asustado y asombrado por pertenecer a Hollywood y Coleman decide ayudarlo. El mundo estaba ya demasiado jodido como para permitir que arruinen la vida del jovencito. A ella le habría gustado tener a alguien así en su vida aparte de su madre. Eventualmente las cosas entre ellos surgen naturalmente. El británico es alguien divertido, siempre bromista y muy parlanchín; concuerdan en muchas cosas y tienen el mismo sentido del humor.
Asumen el rol de pareja bastante rápido y para la actriz es algo de todos los días, en cada película donde tiene un papel importante y regular. Thomas no deja de hablar maravillas de ella a donde sea que va y Daya se lo toma con humor y bromas sobre su compañero en pantalla. Y como era de esperarse, los rumores sobre su relación más allá de una amistad emergen como espuma y crecen exageradamente. Tom se lo toma todo a broma y Zendaya hace exactamente lo mismo. ¿Ella saliendo con Tom? ¡Si, claro! Ni en sueños saldría con él.
¿O si? ¿Cuáles podrían ser las probabilidades? Holland conocía muchas cosas sobre ella, hablaban con frecuencia por video llamadas e incluso se compartían la ropa. Tom siempre se ofrecía a acompañarla a sus grabaciones individuales pero ella nunca lo hizo con él. ¿Podría ser...? Quizá, un pequeño "crush" lo tenía cualquiera y Thomas era aún un novato en la industria, pero corría con la suerte de que la americana no quería y no quiere aprovecharse de eso para su beneficio.
Con esa idea en su cabeza, Zendaya comienza a analizar las miradas, los susurros y las charlas a altas horas de la noche que inician siempre con una tontería que Tom no sabe resolver. Como eliminar historias en Instagram y etiquetar correctamente sus nombres. Cada vez salen más y pasan mucho tiempo juntos.
Tom se la pasa en casa de Zendaya y comparte tiempo con su familia y viceversa. A su madre parece encantarle la presencia del británico y a la morena le da un poco de risa como poco a poco pierde su acento natural que lo caracteriza.
Hasta ese momento es que se percata lo mucho que le gusta su voz. Es divertido, alegre y algo infantil. Su torpeza roza lo adorable y de pronto se plantea... ¿Tom Holland sería un buen novio? Zendaya no tiene el mejor historial en relaciones y el británico es un buen tipo, inocente y hasta dulce. ¿Acaba de llamarlo dulce en su cabeza? Zendaya se muerde el interior de la mejilla y Tom la mira con esos ojos grandes y brillantes. ¿Qué pensará? ¿Qué significará esa mirada?
—¿Zen? —la voz del susodicho que ronda sus pensamientos desde hace meses la hace elevar la vista. Sus cabellos rizados se despeinan y descubre su frente.
—¿Qué pasa, dude?
—Estabas muy callada, es raro.
—Es raro. —lo imitó, burlándose de su acento como suele hacer siempre. —Pidamos algo de comer, muero de hambre.
—¿No prefieres salir a algún lugar? —Zendaya se tensa. Imposible no pensar en una cita, pero lo sobrelleva bien.
—Mejor, pónte tu chaqueta loser, vamos a comer comida china.
En el trayecto lleno de risas y bromas, Zendaya aprovecha un momento de silencio que de pronto invade su espacio.
—Tom, ¿estás saliendo con alguien? —la respuesta toma de sorpresa al británico y su cara lo dice todo.
—¿Ahora eres un paparazzi? —bromeó. —No. ¿Y... tú?
—Tampoco.
—Ambos estamos solteros entonces.
—Deberíamos arreglar eso. —dice Zendaya al aire.
—Seguro, como tenemos muuuuucho tiempo. —añade sarcástico. —Tendríamos que salir entre nosotros. ¿Te imaginas eso?
—Ew, dude... Harás que se me vaya el apetito. —ella bromeó y lo empujó. Sin embargo la respuesta era que sí, que lo imaginaba y la idea le gustaba. Zendaya estaba demasiado perdida pero Thomas nunca iba a darse cuenta.
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«Replay» [ One Shot - Tomdaya ]
FanfictionCuando Zendaya pasa tanto tiempo junto a su co-estrella, Tom Holland, sus emociones parecen salirse de control.