Wish

3.6K 271 196
                                    

El hotel se encontraba en los últimos retoques, Charlie podía ver cómo Niffty iba de un lado a otro dejando a su paso todo totalmente impecable, justo como siempre lo había visto en sus sueños. Alastor también había cooperado bastante en un chasquido de dedos había restaurado por completo el hotel y ahora se veía como en su mejor momento.

En la estancia se veía a Vaggie y Ángel hablando de trivialidades, mientras Husk escuchaba de manera desinteresada desde el minibar, habían formado una extraña relación de amistad, y de cierta forma eso le alegraba, amaba a Vaggie y sabía que el hacer amigos o entablar algún tipo de relación para la peliblanca le era extremadamente complicado.

— ¡Espera! – escuchó la voz de ángel exclamar– Me estás diciendo que en la época en que moriste ya era legal casarse con personas de su mismo sexo ¡incluso podían adoptar! – la voz de Ángel notaba su asombro ante aquel hecho.

—¡Por supuesto! – la voz de Vaggie dejaba denotar cierto orgullo – creó que te habría encantado vivir en mi época, sin toda esa mierda homofóbica, sexista, racista...– la peliblanca empezó a enumerar un montón de términos que al parecer Ángel apenas podía entender.

—Espera, espera – hablo Ángel haciendo gestos con sus manos haciéndola detener en secó — ¡me estás diciendo que me hubiera podido tirar a cualquiera sin que nadie dijera nada! – dijo mientras se levantaba del sillón de forma abrupta.

Vaggie golpeó su rostro en señal de frustración — te enumero un sin fin de ventajas y lo único en que piensas ¿¡es coger!? – exclamo cruzando sus brazos y recargarse en completamente en el sofá.

—Oh claro que no... No olvides las drogas– terminando por completo hacer rabiar a Vaggie. De cierta forma aquello le había causado gracia a Charlie, aún que no conocía en lo absoluto el mundo humano o si quiera como se veía realmente uno todo aquello se oía interesante.

El rostro de Charlie formó una mueca de deseo y cierta tristeza, ella no podía sumarse a ese tipo de conversaciones después de todo ella había nacido allí, en el infierno.

— Querida, buen día – La voz radiofónica de Alastor le saco de aquel momento —¿Dime encantó a qué se debe esa lánguida expresión en tu rostro? –

—Hola Al– saludo poniendo su mejor rostro, pero aun así Alastor exigía respuesta a su expresión anterior. Aunque pareció que la charla que aún continuaba en la estancia explico un poco la situación.

— Querida ¿tienes tanta curiosidad por el mundo humano? – hablo de forma clara y acertada.

— Supongo que no te puedo mentir ¿Cierto? – le contestó Charlie de forma lenta y algo apenada — creo que es algo inevitable ¿sabes? A lo largo de mi vida he conocido a cientos de demonios e incluso ángeles, pero jamás he visto a un verdadero humano, solo escucho lo que algunos cuantos hablan– su rostro formó una mueca amarga haciéndola bajar su mirada al suelo, mientras sobaba uno de sus brazos — escucho las cosas que les gustaba de cuando estaban vivos o anécdotas de lugares hermosos y yo no puedo más que imaginar–

Soltó un suspiro ante la nula repuesta de su interrogador, para empezar a dirigir sus pies a su oficina, para finalmente encerrarse en ella. Aún que no tardó en oír el sonido de interferencia detrás de ella haciéndole saber que Alastor se encontraba ahí.

— Mi encantadora bella demonio, no me gusta ver esa expresión en tu rostro, mucho menos que estamos a nada de la gran reapertura del hotel – la voz radial de este era acompañado por sus expresiones excéntricas — Aunque creó que puedo concederte por así decirlo ese deseó...– finalizó Alastor haciendo que la curiosidad y sorpresa de Charlie saltarán en su rostro.

HumanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora