Perdido Oc x Alice Margatroid (En Pausa)

Capítulo 2 "Un descansó"

-'¿Donde estoy?' - Mi voz resonó en mi cabeza, como eco en una cueva. Pero eso podria ser malo, siente un enorme dolor en esa parte. Como si algo me hubiese golpeado. Pero nada me golpeo ahi, ¿verdad? Ah, cierto, esas dos bestias lo hicieron.

Sentí algo cálido encima mio, baje la mirada y vi una manta blanca que estaba resguandandome del frio. Quien la había puesto ahi, era algo que no sabia, pero tendría que pensarlo mas tarde. Gire mi cabeza observando mi alrededor, estaba en un sofá y a lado una mesa de luz se apoyaba en este. Tenia una lampara. Curiosidad fue lo primero que sentí. Estaba en una casa, eso era claro. A quien pertenecía, no lo se.

Decidi levantarme, la lampara era pequeña para iluminar toda la sala. La luz de encima estaba apagada por lo tanto estaba a oscuras. Sin embargo, la ventana reflejaba una nueva zona, lugar. Acercándome para descubrir en donde estaba, mire como los pinos se movían furiosamente debido a la ventisca inminente que se desarrollaba. Otra vez agradezco estar dentro.

Dejando las vistas, camine hacia otra direccion, mas específicamente lo que seria una sala de estar, pero ¿no ya habia pasado por una? Resulto ser que este parecia mas un taller de muñecas, habian muchas de estas por los estantes y algunos en una vidriera, como si estuvieran reservados para algún evento.

Cerca mio se encontraba una maquina de costureria, seguramente la que atendía debía de ser una experta como para haber creado todos los vestidos que usaban los muñecos, eso o tenia mucho tiempo libre. De todas formas seguí caminando, pase por donde supuestamente debería haber una puerta pero no estaba. Y me encontré con un sonido fuerte a mi derecha.

Inmediatamente me voltie para ver que habia , ahora si una puerta, que habia sido abierta abruptamente. Aterrado por el sonido fuerte, di un rapido paso hacia atrás y me preparase para lo que habia hecho tal movimiento. Lo que encontre no fue una enorme criatura a punto de devorarme o un pequeño yokai como para que se escabulliera por la casa y creara desorden. Lo que encontre fue a una niña que pareciese tener mi misma edad. ella habia entrado jadeando y cerrando rapidamente la puerta. Luego de haber recuperado el aire, levanto la mirada dejándome ver sus ojos de color amarillo dorado, su cara mostró un poco de sorpresa y al cabo de unos segundos cambio a alivio.

-Oh, estas despierto. ¿Te encuentras bien?

Su voz mostraba preocupación, algo que no habia recibido hace mucho. Bueno, estuve sin contacto durante uno o dos días, o al menos eso quería creer. Pero espera, volví a dormirme, ¿cuanto tiempo habia pasado ahora? Mejor me olvido de ello, seria descortes no responder.

-Si, ¿Tu fuiste quien me salvo?

-Asi es. Te encontre en el bosque con esos yokai y decidí intervenir ya que estaban a punto de devorarte .

-Ya veo. Gracias - Di una reverencia formal en signo de respeto. Siempre me enseñaron que tenia que hacer eso cuando me encontraba con una persona mayor o cuando me ayudaran.

Me fije en sus brazos y vi que sostenía algunas setas y hierbas. Ella noto mi mirada e inmediatamente empezo a caminar hacia lo que quiero creer es la cocina.

-Son hierbas y setas medicinales. Si las mezclas dan un efecto mucho mas efectivo que separadas.

Agarro un tazon que se encontraba  cerca de donde se lavan los platos, luego sostuvo un cucharón de madera fina y procedió a meter la comida curativa en el recipiente. Últimamente lo aplasto haciendo que un liquido proveniente del  hongo caiga y cubra todo con las plantas mezcladas por ahi, casi como una sopa.

La revolvió unas cuantas veces más antes de darle un pequelo sobro, esperando que supiera bien. Dio un asentimiento silencioso como si hubiera comprobado lo anterior, dandose la vuelta con la olla, me miro y me la extendió.