Viviendo con mi mejor amigo; orimente

Parte 6

Martin condujo muy tranquilo, pusimos la radio, esta vez trataba de momoverme mucho para no despeinarne, pero seguia cantando como una loca.

-¿Cantaste en el auto del patán? - dijo sin quitar la vista de la carretera

-No

-Porque sabes que pareces loca - Me sonrió

-No - me crucé de brazos

Me tomo la barbilla haciendo que lo mirara

-Una loca muy atractiva

Me volví a sonrojar

-Bueno y dime, ¿Adonde me llevas? - dije tratando de volver a mi color normal

-es un restaurante

-oh, pensaba que íbamos a reparar autos Martin

Se rio

-Ori, es una sorpresa

-Amo las sorpresas

Lo se

Llegamos hasta el restaurante, no lo podia creer que Martin me trajo aquí, ¡No!

-¡No!, ¡Por Dios!, ¿es enserio? - grite emocionada

-Muy enserio Ori

-Si es una broma, es de muy, muy mal gusto Tin

-Para nada

-¡OH POR DIOS!, ¡ME TRAJISTE AL RESTAURANTE MASA!

*MASA, otro restaurante japones, el dueño, el chef Masa quien crea sus menús con los ingredientes más finos de la temporada haciéndolos sumamente apetitosos.
Para cenar en este restaurante es necesario apartar unos de los 26 lugares disponibles con 3 semanas mínimo en adelante, pero los verdaderos amantes del sushi sabrán que la espera valdrá totalmente la pena para degustar una de las cenas más deliciosas que probarán en sus vidas.*

-¿Cómo lo hiciste? - lo volteé a ver incrédula

-Anda, vamos, no hay que desperdiciar el tiempo. - Me tomo de la mano y salimos al restaurante.

Nos sentamos en una mesa, yo seguía sin creerlo

- Gracias Martin

-Eso no se agradece, además tenias que pasar el mal trago de la cita con ese idiota.

-Gracias

Pedimos nuestra comida.

-Oh por Dios, esto está ricardo Martin

-Lo sé

-¿Ya habías venido?

- No, es mi primera vez

Después de delitarnos con la comida, el vino, pedimos la cuenta.

-Bueno, mitad y mitad - Le dije a Martin

-Ni lo creas Ori.

-Martin, ¿Ya viste la cuenta?

-Yo te traje a Cenar, me corresponde pagar, además si pagas no te volveré a cocinar o traerte.

-Solo porque me encanta tu comida, y que me traigas a Cenar.

Condujimos hasta la casa.

-¿Cómo hiciste para comprarme un vestido de mí talla? - dije mirándolo

-Ori, te conozco mejor que tú

Eso era cierto, conocíamos mejor a el otro que a nosotros mismo

-Gracias

-Ori, deja de agradecerme

-Es que enserio, muchas gracias