Lo que nunca se fue...

5.3K 647 180
                                    

—Lo único que quiero es no seguir viendo pasar las estaciones tendido en la soledad como antes de que te conociera. Y aunque no quise aceptarlo, siempre fuiste, siempre eres tú esa parte que me falta para vivir. Sé que no merezco venir a molestarte ahora, pero tampoco puedo dejar que sigas así —respondió Osamu, recargando su frente en la mano de Chuuya tomada con las suyas.

—¿Así? ¿Cómo? Hablas como si supieras que siento. Imbécil —expuso Nakahara, rojo y avergonzado.

—Lo sé, porque veo lo que tus ojos me muestran justo ahora, Chuuya— confirió, poniéndose de pie, sin soltar la mano del chico, quedando frente a frente. Con el miedo de Chuuya de mirar a Dazai, evitando a toda costa detenerse en sus ojos de color café que siempre le impactaban—. ¿O vas acaso a negarlo?

—El tiempo y lo pasado no se recuperan así como así. No puedes un día decidir trastocar mi vida, como si pudieras ir y venir de ella a tu antojo — confirió Nakahara, en un dejo triste—. Porque nada me dice que mañana no cambiarás de opinión, y te alejarás de nuevo Dazai...

—Eso se puede arreglar —le respondió, acercándose al pelirrojo.

—¿Cómo?

—Chuuya... Te prometo amarte toda la vida...

—¡¿EH?! —exclamó Nakahara, anonadado, y con sus mejillas arreboladas.

—Te prometo ir en búsqueda del tiempo perdido, y recuperarlo día a día. No puedo prometerte que todos los días serán felices, ni que no te haré enfadar al cantar villancicos, pero si puedo prometerte que no me alejaré de tu lado— declaró Dazai, dejando impactado a Chuuya, al tiempo que con su mano derecha comenzó a acariciar su mejilla, suavemente, sin dejar de mirar sus preciosos ojos azules.—. Aquél día que me fui, presa de mi hastío y dolor por perder a mi mejor amigo, pensé que lo mejor que podría pasarme era dejar de sentir cosas por la gente. Pero, aunque me fui con esa idea, la realidad es que en todos estos años, tu recuerdo, tu voz; tú, siempre me hicieron falta. Por eso, si tú me lo permites, yo, quiero recuperarte.

—Dazai... —susurró Chuuya, conmovido y aguantándose el llorar.

—Y aunque no tengo derecho a meterme en tu vida, y como dices, trastocarla, quiero que me des la oportunidad de buscar el espacio que me abra el camino a tu vida, aunque sea como tu amigo.

—Nunca has dejado de ser mi amigo...

—Entonces, como algo más...

—Eso...

—Después de todo, si no te hubiera querido para mí, toda la vida, no te habría atado a la mía con esa apuesta que perdiste —agregó Osamu, sonriente, lo que hizo que Nakahara reclamara.

—¿Piensas forzarme a aceptarte en mi vida por esa apuesta que perdí contra ti?

—No. Solamente haré que aceptes que esté en tu vida, porque voy a reconquistarte.

—Hablas como si ya me hubieras tenido antes —reprochó, aún dubitativo, el pelirrojo.

—Y fue así. ¿O vas a negármelo?

—Es muy tarde, Dazai... —respondió Chuuya, con tristeza—. Muy tarde para decir que sentimos o no. Ya no tenemos quince o dieciocho años.

—Pero no lo niegas.

—No —dijo Chuuya, y soltando su mano de la de Dazai, agregó, con dolor y amor en su voz—... Porque siempre serás mi único amor...

Dazai se quedó en silencio, iluminándosele los ojos, sonriendo íntimamente.

---------->

Juramento... Soukoku Bungou Stray Dogs FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora