La tormenta inicia

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La lluvia como torrencial inoportuna caía de forma continua sobre la carretera, los vehículos avanzaban a vuelta de rueda por temor ocasionar algún accidente pero lastimosamente no todos pensaban de la misma manera.

Un trailer que cargaba piedras enormes de mármol perdió el control pues un pequeño automóvil intento rebasarlo, ocasionando que se volcara y diera varios giros. En el lugar del percance quedaron hechos añicos varios automóviles y los tripulantes de los mismos, quienes no pudieron evitar el ser aplastados por las inmensas piedras.

El sonido de las ambulancias no se hizo esperar así como el llanto de un par de recién nacidos que llamaron la atención de alguien que se acercó a tomar al par de pequeñines entre sus fauces, alejándolos del resto de los humanos que se preocupaban por sacar de entre los fierros retorcidos a los sobrevivientes.

El enorme y fiero animal se perdió en la oscuridad de la noche aprovechando el manto sin estrellas que lo cubrían, corrió entre las laderas y se ocultó en lo que era su cueva donde coloco al par de recién nacidos cerca de si para darles calor.

Notaba que el par de niñitos no dejaban de llorar así que amorosamente los acerco hasta sus pezones para que empezaran a mamar de ellos. Se trataba de una loba pero no cualquier loba sino una que podía mutar a un humano pues ella era una omega de hombre lobo que estaba cerca del lugar cuando presencio lo que sucedía y como recién acababa de parir, le pareció lamentable que ese par de niños humanos se quedaran sin su familia.

La loba gruño al percibir el aroma de un alfa que se acercaba hasta su escondite y se colocó frente al par de niños que solo dormían en silencio pues habían quedado satisfechos por la comida que se les hubiese proporcionado.

-¿Qué haces con esos humanos?-Preguntó el alfa a esa loba.

-Me los encontré en el camino y ahora son de mi propiedad ¿tienes algún problema con eso?-Miraba de forma amenazante al alfa.

-No, que harás con ellos cuando sean grandes y se den cuenta de que no son como nosotros-El alfa se sentó sobre sus patas traseras.

-Ya me las arreglare, pero por el momento ellos son mis hijos y los cuidare de quien intente arrebatármelos-Mostraba sus filosos dientes,

-Mh, son bonitas las bolsas de carne pero sabes que nosotros nos alimentamos de humanos y ellos son humanos-La loba no dejaba de ver a ese alfa,

-Son mis hijos y esa es mi última palabra-El lobo solo suspiro.

-Si eso es lo que has decidió está bien pero te ayudare a que los críes, comprendo que tus cachorros murieron hace poco y te has quedado sola pero conmigo a tú lado podemos criarlos como una familia, que dices-La loba solo miraba al alfa.

-Y quien me asegura que no intentaras aniquilarlos ¿eh Farlan?-El lobo solo gruño.

-Oye Isabel tengo palabra y si te he prometido ayudarte a cuidarlos entonces lo hare, además solo son una bolsa de huesos y carne-El par de lobos solo miraban a los recién nacidos.

-De acuerdo, cuidaremos de estos niños como nuestros pero hay que irnos de este lugar a otra parte más segura donde podamos criarlos, de preferencia fuera de la manada. Formemos nuestra propia manada y dejemos a los nuestros atrás-El alfa solo asintió.

-De acuerdo, vayámonos a otra parte ¿qué tal el bosque?-La loba asintió.

Cada uno de los enormes lobos tomaron en sus hocicos al par de recién nacidos y huyeron rumbo al bosque en donde formarían su nueva manada al lado de esos humanos que resultaban ser sus nuevas crías.

"Morbid lovers"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora