DIÁLOGO Y PLATA

III NUEVOS TIEMPOS

-Buenos días, ¿está la señora Morgan? 

-No.

-Lo dudo bastante, querida. No sé si sabe quién soy, pero he de reunirme con Ruth lo antes posible, y usted no se va a interponer en mi camino.

-Claro que sé quien es usted, Lin... Señora Bulletproof. Y por tanto sé que usted y mi señora no son especialmente mejores amigas. 

-¿Tan bajo ha caído Ruth? Contándole sus penas a su chacha, falta de profesionalidad querida.

-Lamento decirle que es necesario que se vaya. Le recuerdo que está usted en la casa de la actriz más famosa de la década, y mientras esté manteniendo la puerta abierta, su domicilio está siendo mostrado ante el público.

-Ni que fuera 1975. A esa mujer no la conocen ya ni en su casa. Además, tampoco pasa nada si alguno ve su felpudo.

-Años y años de experiencia me han enseñado a no perder los papeles con gente como usted. Ahora, exijo que se vaya de inmedia...

-¿Qué pasa Vanessa? ¿Quién hay ahí fuera?

-Nadie señora Morgan, ya se iba.

-En realidad, no, Ruth. Soy yo, Linda Bulletproof. Vanessa me ha retenido aquí, y estábamos charlando tranquilamente esperando a que bajara. La veo estupenda, Ruth.

-¿Qué quieres, Bulletproof? La última vez que nos vimos juraste no volver por aquí, si mal no recuerdo.

-Yo no lo recuerdo así. Pero ahora, ambas estamos a la misma altura, y por tu ausencia mediática, imagino que tenemos el mismo problema. Aunque, solo si quieres, tengo la solución en mis manos. Ya no somos lo que éramos, antes nos pagaban miles de dólares por hacer alguna aparición pública, y ahora, da igual que paseemos por cualquier lado de la ciudad, que pasamos desapercibidas. Eso es lo de menos, pero el dinero es lo de más. Ambas necesitamos esté guión que tengo entre manos. Déjame enseñártelo, en el peor de los casos, solo estaremos juntas 10 minutos.

-Pasa.