I saw an Angel ♡゚・:*✿

90 13 0
                                    

Mis pies parecen alejarse de mi cuerpo, como si estuvieran más acelerados, pero sólo es mi sensación, porque al bajar la vista siguen ahí. Claro que sería ridículo que mis propios pies se me adelantaran, pero voy corriendo tan rápido para no perder el metro que juró que no siento las piernas.

Una vez que logró entrar antes de que las puertas se cierren solas, suspiró con fuerza y me secó el sudor con una mano. La gente se me queda mirando un segundo pero vuelven a sus asuntos, no soy muy divertido y nunca he llamado la atención, para nada. Soy más bien como esas personas a las que nadie logra registrar hasta que le dices tu nombre, y solo ahí te logran recordar. En la primaria y secundaria era igual, nunca participaba en nada y mis compañeros no me invitaban a sus fiestas y reuniones. Supongo que eso hizo que ahora me haya acostumbrado y la idea de ser muy sociable ya no me interesaba.

Cuando logro conseguir asiento, cierro los ojos unos segundos y al abrirlos miró mis cansados pies. Estuve horas y horas entrenando en mi pequeño estudio de baile ubicado en el centro de la ciudad. Aunque mi trabajo aún no me incluye mucho en la sociedad como a otros bailarines muy reconocidos, aún sueño con poder presentarme en grandes teatros y que la gente me reconozca por mi arte, no por ser "el niño nerd de la secundaria." También me gustaría ser cantante algún día, pero no sé si se podría dar la oportunidad.

Ya tengo 25 años, mis grandes sueños desde que soy un niño aún no se han ido, pero cada vez parecen ocultarse más. En el camino pienso en las personas que conocí en mi pasado, y una persona se aparece por mi cabeza, un chico que no he visto en 6 años, vaya amor adolescente fue el nuestro.

Por un momento, cuando veo como las puertas del metro se vuelven a abrir, creo ver su radiante cabellera negra y creo reconocer en ese rostro sus inconfundibles rasgos, pero la gente sigue avanzando como un torbellino y lo pierdo de vista. Mi corazón parece atropellar toda razón y mis cansados pies quieren correr en su búsqueda, pero reconozco que es una locura, y aún sí fuera él, ¿qué le diría? ¿Él querría siquiera verme?

Através de mis apurados pensamientos, la gente comienza a separarse, y me quedó paralizado al verlo sentado enfrente mío. Sin embargo, lo veo hablando y riendo con otro hombre alto y muy atractivo. Me sentí aplastado por aquel tipo. Seguramente era su novio, se notaba a la distancia que eran tal para cual, como nosotros lo fuimos también en algún momento.

Me quedé observando su bella sonrisa, sus rasgos eran muy masculinos y sus labios seguían siendo igual de atrayantes y finos que antes. Se convirtió en todo un hombre, ya no era el niño de 17 años con el que jugaba a que sabíamos lo que hacíamos, a que sabíamos las consecuencias de amar como lo hicimos, como yo aún lo hago. Era una tontería seguir pensando en él como antes, en recordarlo como la última vez que nos vimos, en aquel parque, donde terminó conmigo para irse a Ohio por su futuro, un futuro en donde yo no estaba. Oh bueno, tal vez yo si estaba, pero no podía irme con él, yo creía que mi futuro estaba aquí en Ashford, y a ninguno le parecía muy romántica y buena la idea de una relación a distancia. Pero juro que yo hubiera intentado hasta eso con tal de tenerlo a mi lado, aunque supongo que ya había tomado su decisión. Era obvio que él no cambiaria nada por mí.

Ahora la idea de volver al pasado y decirle que podría cambiar mis planes por él suena tan atractiva que duele. Lo observó sonreír con el otro chico y me doy cuenta que nunca voy a poder estar con él.

«Eres hermoso, Andy.» quiero decirle, pero sonaría tan loco viniendo de un desconocido como yo.

Supongo que estuve mirándole mucho porque se dió cuenta, y juro que me sentí morir cuando sus ojos se posaron en mí con sorpresa y algo que no sabía decifrar. «He visto un ángel, de eso estoy seguro.» Todo en él había cambiado, sin embargo, sus ojos azules aún guardaban esa inocencia que me enloquecia.

Me sonrió. Esa curva en sus labios me hacía volver el tiempo atrás y sentir una gran nostalgía. Creo que ambos lo sentimos en el aire. Aún hay sentimientos guardados, pero creo que son los míos.

No sé que hacer, no creo que vuelva a verlo otra vez, pero aún así compartimos un momento que nunca olvidaré.

«Nunca estaré contigo.» pensé cuando llegó mi hora de bajar del metro. No quisé bajar, era como si mi cuerpo se quedará estancado allí, y sólo quería contemplar su enorme belleza.

Pero me levanté con miedo, sabiendo que no volvería a cruzarlo.

Él notó mi nostalgía y pareció contagiarse.

Cuando bajé y comencé a caminar rápidamente para dejar de pensar en él, sentí mi corazón pesar.

- ¡Oliver! -Gritó alguien detrás mío.

Dejé de caminar un segundo y volví a darme la vuelta lentamente. Volví a ver su cabellera negra, sus finos y brillantes labios. Sentí mis ojos humedecerse de solo verlo un segundo más. Era mucho pasado para mí, aún teniéndolo en el presente.

Él se acerco hasta quedar enfrente mío. Pudé sentir su fresco aliento muy cerca de mi rostro. Sus ojos color azul me observaban como lo hacían años atrás. Los míos lo miraron igual. Sus brazos pasaron por mi cuello con total confianza, y con lágrimas que ninguno de los dos sabíamos que teníamos en los ojos, nos abrazamos.

- Te extrañe. -Susurró con su dulce voz, mientras escondía su rostro en mi cuello. Respondí un "yo también" y lo sentí sonreír como solo lo sentía en mis sueños.

- Eres hermoso, de verdad.

You're Beautiful •‖Sysack‖・Donde viven las historias. Descúbrelo ahora