Era jueves no tenía nada que hacer. Nadie había ido a la escuela. Y pronto me encargaría que se quedaran en casa.
El día estaba casi por terminar. Mamá y papá habían salido.
Así que salí a pasear con mi perrito. Era apenas un bebé.
Traía unos pantaloncillos cortos, y una camiseta de enfrente y atrás era blanca y las mangas eran negras.
Me lleve en mis pantalones el revolver.Camine hasta un pequeño bosquesillo, dónde mi perrito comenzó a correr. Y los ví... Eran Patrick y Jonas. Ellos abusaban constantemente de mi.
Patrick se acercó a mi perro y lo patio.
Jonas se abalanzó sobre mi, y me comenzó a golpear.
Yo intentaba sacar el revolver de mis bolsillos.
Hasta que al fin lo pude sacar.
Y le dispare en la cara. Patrick comenzó a correr rápidamente, lo admitio era rápido como el diablo. Le apunté ala espalda, si que tengo muy buena puntería. Dispare y cayó al suelo.
Mi perro comenzó a correr hacia Patrick.
Me acerque, y vi que aún se movía el idiota. Puse mi pie en su herida.
El gritaba de dolor, no sé que me ocurrió en ese instante. Ese revolver se volvió mi amigo en un momento muy extraño de mi vida.
Y apreté el gatillo, le había disparado en la cabeza.
Tomé mis cosas y la balas, no toque nada de nada. Solo las balas.
Yo y mi perro comenzamos a correr a casa.
Sentía la brisa en la cara, tenía el revolver en la mano ya no se sentía tan pesado. Estaba decidido a llevarlo a la escuela.
~a67da