Sueños perdidos - Thoma x Lani

Las traes

Y toda esta porquería, es tan fácil de comparar con aquel juego infantil...

El día era peculiar, uno posterior a la llegada de una adulta nueva al igual que una pequeña bebé de nombre "Carol" todos estaban tan felices como de costumbre y era normal, todos los días en su "hogar" eran de esa manera, alegres repletos de diversión y armonía.

Y también de ingenuidad.

El pequeño Thoma caminaba por el pasto sin mucha énfasis en lo que hacía, solo se enfocaba en ver el cielo.
No había visto a Lani aquel día, o quizá lo vió pero no habían hablado, a mitad de aquel pensamiento lo interrumpieron para invitarlo a jugar "las traes" cosa a la que no se negó.
El juego empezó y el corrió hacia un área alejada del bosque encontrándose algo oscuro por los árboles que impedían la luz, ahí estuvo un rato inquiriendose a si mismo sobre dónde estaría su amigo pecoso, quitándole un poco de relevancia siguió corriendo por el lugar bajando con saltos por unas raíces.
- ¡Genial! Esta vez Norman no me atrapará - y justo a mitad de sus palabras sintió una mano en su hombro robándole un grito.

- ¡Ni pensar que iba tan bien~! - protestó acostado en el césped, obviamente con la remarcable ausencia del rubio, quedó algo sorprendido por eso pues el que el contrario no solía durar mucho en el juego, Ray le estaba mencionando ciertas cosas sobre el como podría hacer más tiempo, que con hacer rastros falsos no bastaban y que debía ser silencioso además de que estaba a punto de mencionar algo más sin embargo fue interrumpido por la mirada de dicha mujer de tez oscura.

- Yo también quiero jugar a las traes, debe ser divertido - la dama llevaba a un niño sobre de su espalda mientras se acercaba a los pequeños - Pido ser quien atrape - el peliazul sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, era obvio no sería nada fácil ganar o tan siquiera durar más de lo normal.
Nuevamente se alejó esta vez cuidando no hacer ruido y fijándose en el rastro que era dejado además de dejar uno falso.
El camino le parecía genial, encontró unas flores que le pareció no haber visto antes, se acercó a estas, tenían un tono rojizo en el principio de los pétalos pero este se tornaba blanco, parecía tener un degradado muy lindo además de contar con unos puntitos, arrancó una de estas flores y escuchó los pasos apresurados de alguien acercarse, comenzó a correr intentando guardar tanto silencio como le era posible, se escabuyó entre los árboles y pese a eso no logró escapar a tiempo.
Volvió al lugar donde todos los que ya habían sido atrapados estaban llevándose nuevamente la sorpresa de que el rubio aún estaba en el juego.

- NOOOOOO - Se escuchaban los divertidos sollozos del rubio en algún lugar del bosque mismo que corría de la mujer, llevaba buscando un tiempo rastro del peliazul y en cuanto lo vió el había sido atrapado, la dama de reojo lo observó y había comenzado a correr tras él, logró llegar a un árbol hueco en intentó refugiarse ahí, obvio en vano.

- ¡Escuchen todos! ¡La hermana es muy difícil de vencer! - llegó corriendo hasta el lugar de llegada reflejando asombro en su expresión al ver a la peliverde y castaño en dicho lugar - También Gilda y Don... - dijo escuchando las afirmaciones de estos, terminando sus palabras dirigió su mirada a cierto peliazul que se encontraba acostado en el paso de manera peculiar, su brazo derecho apoyado en el suelo tomando su cabeza y sus piernas cruzadas mientras contemplaba una flor.

- Hey, Thoma - dijo acercándose al nombrado sentándose a un lado suyo respirando levemente agitado.
- Oh, Lani - pronunció sentándose viendo al contrario.
- ¡Te gané por segunda vez jiji~! - mencionó burlón del opuesto.
- Oh cállate Lannion - rió con levedad entregándole al contrario la flor que yacía en sus manos - Toma, la encontré mientras jugábamos -
El pecoso tomó dicha planta con sus orbes destellando - ¿Es para mí? -
- Sí, n-no es algo malo, ¿O sí? - dijo desviando la mirada mientras un leve rubor aparecía en sus mejillas.
- ¡No! ¡Es genial Thoma! ¡Gracias! - lo abrazó con toda la fuerza que su cuerpo le permitía mientras el contrario correspondía terminando inmersos en un gesto acogedor, el tiempo transcurrió y seguían llegando más niños que eran atrapados hasta que concluyeron los 20 minutos asignados quedando como ganadores Ray y Norman, todos gritaban por su inminente victoria, todos llenos de gozo por lo que simbolizaba el logro.

Luego volvieron a casa algo cansados la mayoría, pese a eso les hubiera gustado seguir jugando pero el descanso terminó así que no, no podían seguir afuera.
Comieron todos entre risas degustando de la deliciosa comida.

- Pstt Lani - Susurró el pelioscuro.
- ¿Qué? - le respondió mirándolo.
- ¡Tengo una cebolla! - contestó mostrando dicho alimento - ¡Te comeré! ¿Entiendes porque lo digo? - El contrario mostró una expresión de molestia sin embargo río por dicho chiste.

La hora de la comida pasó sin muchos más acontecimientos dejándonos resultante nuestros pequeños niños jugando en uno de los muchos cuartos de dicho hogar, se supone que al escondite pero principalmente ellos jugaban con los juguetes que se encontraron en dicho lugar en que habían decidido esconderse.

- ¡SOY UN AVIÓN PIUUUUUUU! - gritó mientras el rubio cubría rápidamente la boca del ojiazul.
- ¡SSHHHHH! Nos escucharán - le musitó para después escuchar la puerta abriéndose, sin pensarlo dos veces el blondo jaló del brazo al pelioscuro llevándolo detrás de un mueble escondiéndose él ahí también.
- ¡Esto está muy apretad-...! - fue interrumpido nuevamente por la mano de Lani que estaba situada en su boca.
- Te dije que te callaras - ambos guardaban silencio, esperando que el buscador se retirara, sin embargo el tiempo pasaba y pasaba mientras aquel aún buscaba, no pasó mucho en realidad pero para ambos el tiempo pareció alargarse resultando el efecto de un minuto = una hora. Finalmente en cuanto él pelirrojo que los buscaba se fue ambos salieron sonriendo, el rubio respiraba algo agitado, la temperatura de la habitación había incrementado, anteriormente era fría por la falta de luz y puesto que no había gente... La atmósfera terminó abochornandolos un poco, pero no podían salir, ¡Los atraparian! ¡Era cuestión de vida o muerte! Entonces a mitad de la búsqueda de su respuesta entraron un azabache y un albino.

- ¿EH? ¿NORMAN, RAY? - Inquirió confundido el pequeño pecoso.
- Em... - la atmósfera se tensó por el nerviosismo del peliblanco que se había quedado sin habla mientras respondía - ¡L- Los encontramos! - dijo sacándolos de la habitación a ambos con ayuda del ojinegro.

- ¡¿Dónde estaban?! - les gritaron la mayoría de los niños que jugaban destacando la voz de Nat.
- ¡Escondidos! - contestó el rubio.
- ¡Duh! - continuó el pelioscuro.

Continuaron jugando con la incógnita del verdadero motivo de la aparición de Ray y Norman... Sin embargo hicieron caso omiso y continuaron su tarde-noche llena de risas y diversión además de juegos varios hasta que llegó la hora del aseo.

Finalmente un día más había concluido...
La mayoría ya estaba en sus camas incluyendo al dúo, ellos comenzaron a susurrar para evitar que alguien los regañara.

- Buenas noches, Lani -
- Buenas noches Thoma -
- Te quiero -
- Yo también - dijeron ambos abrazando un poco su almohada, mirándose la apapacharon simulando que era el contrario para después colocar la almohada en su cabeza y finalmente dormir.
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Hola,wenas

No hay separadores, hubo weba
Vuelvan a decir que estoy muerta y ahora sí me mato, ijos de la guayaba
Nada interesante, solo una actualización y el sábado actualizo unión, ay wey, ay wey
Bueno, ya, estoy viva, espero les guste y ya me voy

-Kashikat