Dias Venideros (Oneshot)

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Jiang Cheng suspiro en silencio, sintió el frio de la lluvia golpear su húmeda ropa mientras observaba la Carpa Dorada... Koi Tower jamás se vio tan desolada y miserable en sus 21 años de vida. Jiang Cheng sintió las frías gotas de lluvia caer en su rostro, juraba que era lluvia, estaba seguro de ello.

No había perdido a su hermana, ni a su cuñado... tampoco había perdido al traidor de Wei Wuxian.

No había perdido nada.

No.

Jiang Cheng caminó hacia el interior de la Carpa, le entregaron un pequeño crio con ojos hermosos igual a su hermana, las cejas y la nariz del bastardo de Jin ZiXun adornaban su rostro y una linda sonrisa igual a la de YanLi surcaba en ocasiones su redondo rostro.

Jiang Cheng volvió a Lotus Pier aquel mismo día.

Maldito Wei Wuxian.

Malditos Wen...

Maldito cultivo demoniaco que le había arrebatado todo...

...todo...

Jiang Cheng observó al niño en sus brazos, el molesto olor llego hasta su sensible nariz, una joven dama tomó al niño de entre sus brazos y comenzó a limpiarle, Jiang Cheng la observó desinteresado... aquella misma noche el niño volvía a poseer aquel desagradable edor...

—Permítame, líder de la secta. —Jiang Cheng observó a la dama de oscuro cabello y brillante sonrisa.

—No. —la mujer de lindo rostro, blancas mejillas y grandes ojos le miraron sin comprender. —Fuera de aquí, tu rostro me molesta, vete. —la mujer le miró confundida, sonrió con nerviosismo y salió del lugar.

Maldito Wei Wuxian. Era como si ahora todos los que estaban cerca tuvieran algo de aquel antiguo muchacho sonriente y alegre...

Traidor.

Asesino.

¿Por qué...?

¿Por qué justo a él?

Jiang Cheng limpió la suciedad del cuerpo de Jin Ling, colocó una suave pasta que había visto a la mujer colocar antes en las nalgas del bebé, le cubrió con un suave pañal de tela y le envolvió nuevamente; el niño finalmente paró de llorar. Qué hilarante, ese carácter infantil, tan similar al del patético 'pavorreal'.

Si Wei Wuxian estuviera ahí, al menos podrían reírse de...

Traidor.

...Lo había olvidado...

Todo esto era por su culpa.

Los meses pasaron, el niño pudo gatear finalmente y Jiang Cheng le observaba gatear por su oficina mientras revisaba acuerdos con otros clanes; Jin Ling se desplazaba con rapidez y reía de momentos, Jiang Cheng descubrió su amor por las cosas doradas, "Era de esperarse", pensaba.

Una noche, el pequeño niño se negó a comer... Jiang Cheng le hostigo por varios minutos intentando que comiera de una cuchara, "Lo harás porque eres un Jiang y te exijo que lo hagas"; el niño lloró, "No vas a ver a esa mujer más, así que come, ¡ya!" el niño siguió negándose. Jiang Cheng recordó a la mujer que se había encargado de alimentar al bebé hasta la noche anterior... ¡ridícula nodriza, pensar que él podría interesarse en ella sólo por alimentar a su sobrino! ¿¡Quién era ella para considerarse con derecho de amenazarlo!?

¡¡El era el líder de la secta Jiang!!

Aquella noche, Jin Ling se negó a comer, Jiang Cheng volvió a ofrecerse de comer a la mañana siguiente, el niño comió; Jiang Cheng sonrió: "Una noche sin comer te ha convencido, ¿no?" el niño devoró el guisado. Jiang Cheng sintió paz en su corazón... la nodriza estaba muerta, le preocupaba que hubiese tenido que buscar una nueva, pero ahora Jin Ling parecía estar decidido a comer, y no podía sentirse sino más tranquilo ante ello.

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