A la velocidad de la luz

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"El futuro. La palabra futuro proviene del latín 'Futurus' y significa  'Aquello que está por venir' Pero ahora les pregunto realmente ¿Alguna vez se han preguntado cómo es el futuro? ¿O siquiera si existe un futuro? Bueno, esta pregunta ha atormentado a la comunidad científica desde siempre. La idea de un lugar casi fantástico y que tan sólo vive en las películas de ciencia ficción y en nuestros sueños ¿Es posible viajar al futuro? 
Los científicos de la Universidad de California han trabajado arduamente durante la última década y, liderados por la directora del departamento de astrofísica y física cuántica de la universidad, Brooks Miller, han logrado volver todo esto realidad. Ahora viajar al futuro no sólo es parte de una buena película, porque estas personas, estos científicos, espectaculares lo han logrado. Han podido crear una máquina que transporte a una persona por el espacio cuántico considerando la relatividad, es decir, una real máquina del tiempo." 

-Brooks, es hora de entrar - me dice la asistente a cargo, sacándome de mis pensamientos.

La mujer de no más de treinta años, me observa con sus grandes ojos color café, se acomoda los lentes con un dedo y acto seguido corre un mechón castaño atrás de su oreja con impaciencia.
Un gran suspiro escapa de mis labios mientras me pongo de pie. Por última vez reviso mi ropa, planchando la blanca camisa de seda con las manos y quitando una minúscula pelusa de la falda negra que termina bajo mis rodillas, asegurándome de estar completamente perfecta en presentación. 

-Y ahora, unas palabras de la encargada de que todo esto se haga realidad - Nuevamente se escucha la voz del decano de la universidad en lo parlantes de la conferencia. - La directora del departamento de astrofísica. Doctora Brooks Miller - termina de decir en presentación y aplausos resuenan por todo el lugar. 

Dibujo una sonrisa en mi rostro, ocultando mi nerviosismo y demostrando la innata seguridad que me ha logrado traer hasta aquí. El decano extiende su mano en mi dirección mientras que a paso seguro ingreso por el costado al escenario, siendo el foco de todas las cámaras, periodistas y colegas científicos que han viajado desde el otro lado del planeta para ver nuestro trabajo.  
Sin borrar la sonrisa, saludo a mi colega, jefe y amigo, el decano David Asimov. Un físico nuclear ruso que hace más de quince años tiene el puesto más alto de la universidad. Un hombre de alrededor sesenta años, cabello canoso y de alta estatura. De expresiones duras y altas exigencias, el hombre se ha vuelto una figura de autoridad tan alta en la universidad, que ni siquiera el rector del lugar se atreve a llevarle la contraria. Con tan solo una mirada de David puedes sentir la desaprobación y negativa, haciéndote cambiar rotundamente de opinión. Se dice que su dura personalidad se debe a un oscuro pasado. 
Hace veinte años, en un laboratorio en Rusia, el Doctor Asimov y su esposa, la también Doctora en física, Lena Asimov, trabajaban en un proyecto secreto. Financiados por una empresa secreta y de manera casi clandestina, ambos trabajaban arduamente día y noche sin descansar. Pero de pronto, durante la madrugada de un frío invierno en Rusia, el núcleo de energía con el que trabajaban explota con violencia, pulverizando todo el laboratorio y a la única persona que se encontraba adentro, la Doctora Asimov.
Los bomberos y la policía no tardaron en llegar, y junto a ellos, David, quién desolado y completamente destrozado se encontró con nada más que una pequeña pieza del collar con el nombre de su esposa.

Sin embargo y pese a su historia, su imponente impresión no describe para nada a la verdadera persona que es David ya que, y al contrario de la imagen que ha dado, es una persona adorable y con un enorme corazón. Cuando lo conoces, realmente te das cuenta de la maravillosa persona que es.

-Muchas gracias Decano Asimov - digo frente al podio mientras él abandona el escenario.
Dirijo la mirada hacia el público directamente por primera vez y puedo sentir como mi alma se estruja con fuerza. Deben haber más de 300 personas aquí.

A la velocidad de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora