7 Colores

Introducción

¿Alguna vez te has preocupado por alguien?, intento mentalizarme, pero el ruido de las manecillas de un relog no deja concentrarme, intento buscar las palabras correctas, pero sólo mi mente divaga.
—Buenas tardes Maria—dice el psicólogo.
—Buenas tardes—digo siendo interrumpida de mi mundo.
—Puedes sentarte en el sofá, o si lo prefieres acostarte—dice el psicólogo, el tiene una pequeña libreta en las manos.
—De hecho, la terapia no es para mi—digo interrumpiendolo.
—¿No es para ti? ¿puedo saber a quien te refieres?—dice quitándose los lentes.
—Es para un amigo—digo apenada.
—¿Para tu amigo? ¿y por qué no viene, el mismo?—su por parece un poco consternada.
—Pues verá usted doctor—digo intentado contar la situación.
—Dígame Héctor—interrumpe.
—Bueno, Héctor, pues es difícil de explicar—comienzo a narrar.
—¿Que situación es la que te trajo hasta aquí?—dice Héctor.
—Anterior mente, yo había platicado con otros especialistas en busca de una solución, pero el resultado es lo mismo—digo.
—¿El resultado es lo mismo?—preguntó, se notaba su interés en esas palabras.
—Pensé que si le contaba la situación primero, tal vez pueda ayudar en algo—digo mientras observo la habitación.
—¿Cuéntame que le sucede al muchacho?— dice Héctor.
—¿Puedo preguntarle algo?—intento ser lo más clara posible.
—Claro—contestó.
—¿Alguna vez atendió a varias personas a la ves?—intento no sonar muy inquietante.
—¿Varias personas? tratas de decirme que el chico, ¿tiene varias personalidades?—me miro por un momento, como esperando que sea una broma.
—Si—digo con nervios.
—¿Como te diste cuenta?—preguntó Hector.
—Fue a lo largo del tiempo, al principió parecía normal, pero al prestar atención a los detalles se pueden dar cuenta a mi parecer—conteste.
—¿Te gustatia contarme desde el inicio?—dice Héctor, el sujeta una bolígrafo y al parecer tenía interés en la situación.
—Pues, todo comenzó hace 4 años—comencé a contar la historia.
—¿Lo conoces por 4 años?—interrumpió de nuevo.
—Si, el tiempo con el pasa muy rápido—digo mientras se me escapa una sonrisa.
—No interrumpire más tu historia, continúa—Héctor se coloca los lentes y me pone toda la atención que le es posible.
—Comenzó la historia a principios de la preparatoria, en aquellos tiempos tenía varios problemas con cierta persona—prosegui a contar.
—¿Ciertas persona? te agradecería si comentas los detalles—dice dando pausa a lo que escribe en la libretita.
—Mi ex—conteste con disgusto.
—Ya veo—dice anotando cosas en su pequeña libreta.
—Cuándo pude ver a mis nuevos compañeros, note que son realmente normales, fueron 3 divertidos años con ellos—inconscientemente me senté en el sofá.
—Estábamos hablando de tu amigo, ¿recuerdas?—dice cuando notó que me desviaba del tema.
—Perdón, entre todos ellos solo conseguí un pequeño grupo de amigos, un total de 4 conmigo, pero él también—continuo  a contar.
—¿Puedo saber su nombre?—preguntó.
—Iván, se llama Iván—conteste.
—Así será más fácil, puedes continuar—dice Héctor.
—Iván también pertenecía a su pequeño grupo de amigos, pero el y yo logramos a tener una amistad, a pesar de las diferencias entre nuestro grupito—digo recordando.
—¿Cuando te diste cuenta de su condición?—preguntó.
—No estoy muy segura, pero creo solo yo me di cuenta—conteste.
—¿Puedes decirme las cosas qué el hace?—preguntó.
—Algunas veces el habla en plural, en otras sólo mira al aire por un largo rato, algo que me extraña mucho es que se entera de muchas cosas, como si tuviera un pequeño espía que le dice las cosas, pero Iván es muy inteligente, tiene un promedio alto—conteste, pongo mi dedo pulgar en el labio inferior para poder recordar.
—¿No sabes nada de su infancia?—preguntó sin dejar de escribir.
—El y yo nos tenemos la suficiente confianza, me contó un poco, pero no me gusta cuando Iván la cuenta—recuerdo esos momentos cuando Iván y yo nos desvelamos varias noches enviándonos mensajes.
—¿Qué paso?—preguntó con intriga.
—No me contó muchos detalles, pero cuando él tenía una edad muy temprana fue cuidado por su tía, algún accidente electrónico o algo parecido comenzó a quemar su casa, no recuerda a sus padres o sus hermanos, y su tía digamos que no es un ejemplo a seguir—conteste con un pequeño nudo en la garganta.
—Interesante, cuéntame un poco sobre su aspecto físico—dijo.
—Púes es de piel morena, no es muy alto pero tampoco muy bajito, le calculo que mide 1.75, aun así es mas alto que yo, es flaco pero no escuálido, ojos cafés y cabello corto—conteste recordando todo los detalles posibles.
—Esta pregunta es para ti, ¿por qué vienes tu en lugar de Iván?—preguntó.
—Es la primera vez que asisto con un profesional, la ayuda anterior que pude conseguir eran amigos de la universidad que estudian psicología, pero todos dicen que su diagnóstico es normal—conteste.
—¿Universidad? ¿estudian lo mismo?—preguntó.
—No, él dejó de estudiar, trabaja en una bodega por ahora, yo trabajo de mesera y  estudio medicina—conteste apresurada.
—¿Estudias en la Unam?—preguntó con interes.
—Si, aunque me queda un poco lejos de mi apartamento—conteste.
—¿El no te ha contado alguna aspiración?—preguntó.
—El quiere independizarse, tener su propio departamento—conteste recordando.
—Supongo que él muchacho tiene problemas en casita—dijo dando un suspiro.
—la mayor parte del tiempo se la pasa solo, su tía no suele estar, algunas veces nunca llega a casa por irse por unas copas—contesto.
—Bueno... Ahora cuentame sobre su especialidad, con más detalle mejor—afirmó.
—Al principio pensé que estaba metido en algo malo, como traficante o narco, pero sabe disimular muy bien, Iván tiene un celular con funda roja y mas de 4 veces al día finge tener una llamada, lo cual duran mucho, cada ves que "contesta" solo se aleja a un lugar sin personas, pero él me tiene mucha confianza, una vez pude ver su celular, la sorpresa era que no tenía registros de llamadas recientes, incluso carecía de contactos guardados, cuando me quite la tonta idea de que estaba en mal camino me llego a la mente otra teoría, alguna novia que tenía, eso explicaría la razón de la llamadas y los registros faltantes, los cuales pudo borrar, el día que quise confrontarlo espere a su dichosa llamada, cuando me acerque, me di cuenta que su celular estaba apagado, pero su conversación era muy convincente, como si en realidad hablara con alguien—no pude evitar exaltarme al contar.
—¿No confundiras las cosas?, puede que padezca esquizofrenia—dice después de pensar un rato.
—No lo creo, sería más evidente—conteste.
—Creo que fue suficiente por hoy, si puedes traerlo mañana sería mucho mejor, quiero escucharlo de él—dice levantándose de su silla y quitándose los lentes.
—Eso era de lo que quería hablar, él le tiene miedo a hospitales, clínicas, etc, aparte que no le gusta ser interrogado—conteste apresurada.
—¿Tienes alguna idea para solucionarlo?—preguntó.
—Si, presentarlos en algún lugar menos evidente para él, alguna plaza o restaurante, la idea prefecta sería llevarlos a ustedes 2 al restaurante donde yo trabajo—conteste esperando a ser rechazada.
—Suena interesante, sería un caso interesante en muchos años trabajando aquí—contestó para mí sorpresa.
—Una cosita más, Iván es muy, pero muy inteligente, al punto de dar miedo, no debe de dar a entender que lo esta analizando, por que ya estará 2 pasos adelante, tratelo como un amigo—intente ser muy especifica, por que es real ese dato.
—Adoro los retos, el problema es que mi agenda es apretadita, pero te avisaré el día que me encuentre disponible, ¿sabes? no siempre me dedicaré a dar consultas pequeñas, quiero dedicarme a la política, este asunto me ayudará un poco en mi pobre léxico—dice riendo con un poco de felicidad.
—Le dejó mi numero, estaré al pendiente—dije anotando en un pequeño papel de su escritorio mi numero telefónico, falso por cierto, es el que uso cuando intentan ligarme en algún lugar, puedo ver y contestar mensajes, pero no esta ligada a alguna red social, no quiero arriesgarme.
—Te llamaré para ponernos de acuerdo, ya puedes marcharte—dice Héctor.
—Vale—digo saliendo del consultorio después de dar un gran suspiro.
<<Espero que esto funcione>>