Gato negro extraviado

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Arisco, todavía herido
Aún me alejaba ante el cariño
Solo buscaba ser recogido
No confiando ni en mí mismo

Llegué a topar contigo
Ignorando todos mis sentidos
Con mi ronroneo, tímido
Pensé que seríamos amigos

Me pareció que ofrecías
Un refugio en la palma de tu mano
Y por un momento creía
Que había conseguido algo

Ya andaba esperando
En esos efímeros encuentros
Me llevaras en tu regazo
A compartir sentimientos

La mujer de los rizos
Ya no viene por aquí
Domesticó a este gato
Pero se fue sin mí
Y si viene es poco rato
Creo se quiere despedir
Yo la espero aquí sentado
Maullar por volverla a oír

Creía que éramos parecidos
Y tal vez ella lo pudo ver
Que para mí era ella
Quien tenía el poder

Al fin y al cabo soy un felino
Ella me daba de comer
Me veía ya en su casa
Pero no pudo ser

La mujer de los rizos
Ya no viene por aquí
Domesticó a este gato
Pero se fue sin mí
Y si viene es poco rato
Creo se quiere despedir
Yo la espero aquí sentado
Maullar por volverla a oír

La tristeza abrió mis puertas
Me había dejado conocer
Los callejeros con que andaba
Me dijeron al anochecer
Que de dejarlo intentara
Que si fuera por humanas
Que en verdad necesitaba
Alguien que me quisiera ver crecer

Y la mujer de los rizos
Ya no viene por aquí
Domesticó a este gato
Pero se fue sin mí
Y si viene es poco rato
Creo se quiere despedir
Espero que se haya acabado
Maullar por resurgir

Poemas raros vol 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora