Capítulo 1

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{22 de noviembre, año 2012}
(Jueves, 4:23pm, New York)

El cielo estaba nublado, la brisa fría expandida por todos los lugares. Luces de colores alumbraban las calles, que también estaban decoradas por adornos navideños. La gente caminaba con sus abrigos puestos, intentando tener menos frío. Taxis esperando en las esquinas, autobuses llenos y vacios a la vez. Hoteles siendo hospedados por gente importante, personas de otros países alquilando apartamentos.

La ojiverdes observaba todo con admiración, a través de la ventana del autobús donde iba. Suspiró tranquila y relajada, se sentía bien ver a todas las personas felices. Estaban en temporada de Navidad, la temporada en donde las familias se reunían, donde los amigos se juntaban para hacer fiestas de pura celebración. Donde los niños recibían regalos de "Santa Claus". Rió suavemente, recordando cuando su padre se disfrazaba con una barba blanca, un traje rojo y un gorro del mismo color.

El autobús se detuvo para dejar ingresar a más personas. Aun le faltaban varias cuadras para llegar al edificio donde acababa de mudarse. Si, Lauren había estado viviendo en Miami, ahí había estado trabajando de camarera y de fotógrafa para una revista de Bodas. Lamentablemente la compañia de la revista quebró y ese era el trabajo donde más ganaba. Sin tener más opción, tuvo que mudarse a New York, la cuidad de los sueños. Sus padres vivían acá desde que ella tenía cinco años. Pero en cuanto cumplió su mayoría de edad, decidió viajar a Miami junto a su novio Brad. Con el cual terminó tres meses después porque él tenía en la cabeza la idea de ser "Cantante". Pero no le fue bien, actualmente trabaja de mecánico.

Ahora, con sus veinte años, el cual los cumplió hace cinco meses. Estaba de vuelta en New York, pero no viviría con sus padres. Apesar de que le insistieron, ella dijo que no. Ya era grande, podía cuidarse por si sola, y tener lo suyo con su esfuerzo. Por eso con unos ahorros que tenía, logró encontrar un buen apartamento. El edificio era muy grande y lindo. Y las habitaciones era exactamente lo que buscaba, las paredes arregladas y bien pintadas, muebles finos, una cama de gran tamaño y espacio, un televisor en la habitación de dormir y otro en la sala, dos baños, el suyo privado y otro en la sala. Cuadros hermosos, una cocina espaciosa e impecable, y un gran balcón con vista de toda la ciudad. El precio era costoso, pero con lo que tenía ahorrado podría pagarlo por tres meses. El tiempo que necesitaba para poder encontrar un trabajo digno de ella.

Miró hacia al frente cuando el autobús volvió a detenerse, las personas comenzaron a entrar, hasta que una le llamó la atención. Era una Morena, con cabello largo hasta la cintura, un pantalón negro rasgado, un suéter gris con palabras de grafiti escritas, y unos botines del mismo color de su pantalón. Se sentó a tres asientos de ella, en la parte izquierda, ya que ella iba en la derecha, justo pegada a la ventana. La vió colocar un bolso en sus muslos, pasando unas de sus manos por su cabello y respirar profundo. Se notaba cansada y frustrada.

La Morena se acomodó en el asiento y se giró un poco para observar por detrás de ella, hasta que la Miró. La chica la recorrió con la mirada, se observaron por unos segundos hasta que frunció el seño y volvió la mirada al frente. Su actitud desconcertada hizo reír a la ojiverdes. Siguió mirándola por un instante hasta que la Morena volvió a girarse y sus miradas se reencontraron. Lauren intentó no reír cuando la chica arrugó la cara y se volteó bruscamente, observando ahora a través del cristal. Lauren simplemte negó divertida y volvió a su posición anterior. Respiró tranquilamente y cerró sus ojos para relajarse.

Abrió los ojos rápidamente y saltó del asiento al darse cuenta que esta era su parada. Al parecer se había quedado dormida, que suerte que despertó a tiempo. Se levantó y cogió su mochila, cuando estaba por caminar sé dió cuenta que la Morena también estaba por bajarse. Se encogió de hombros restandole importancia y siguió hasta la puerta, y bajó del autobús. La chica derrepente se giró y se sorprendió al verla. Lauren estaba por caminar cuando ella comenzó a hacerlo, posicionándose unos pasos adelante de ella.

Lauren la observó confundida cuando la Morena Miró hacia atrás y la observó como si estuviera loca. Siguió caminando pero ahora más lento, la Morena no dejaba de darse vuelta para observarla. Hasta que derrepente se detuvo.

- ¡¿Que demonios te pasa?! - Le gritó.

Lauren se detuvo en seco y la Miró extraño.

- ¿Perdona? - Preguntó confundida.

- ¿Acaso me estás siguiendo? - Acusó.

- ¿Qué? - La Miró divertidamente.

- ¡¡Llevas siguiendome desde el maldito autobús!! - Se mostraba enojada.

- Claro. - Lauren simplemente asintió y siguió caminando, pasando por su lado.

Siguió caminando por dos minutos, pero se detuvo a observar a la Morena que venía detrás de ella. La observó extrañada pero siguió caminando. Ya estaba por llegar al edificio donde vivía.

- ¿Es una broma? - Escuchó decir a la otra chica.

- ¿Acaso me estás siguiendo? - Preguntó esta vez la ojiverdes, girandose para mirarla pero siguiendo caminando.

- ¡Claro que no! - Se defendió. - ¡Yo vivo en ese edificio! - Señaló el edificio que estaba justo en frente de ellas.

- Vaya... - Lauren abrió la puerta y entró al edificio junto con ella. - Yo vivo en este edificio. - Los ojos de la Morena se abrieron con sorpresa.

- Oh por Dios... - Cubrió su rostro con sus manos. - Lo siento, yo... - Estaba avergonzada y arrepentida.

- Creíste que te seguía. - Dijo Lauren divertída por la situación.

- No sabes cuanto lo lamento, que estúpida soy. - Con su palma se golpeó ella misma la frente.

- Tranquila, no hay problema. - Le sonrió para calmarla.

- Dios... Que vergüenza. - Rió levemente. - Me... Me llamo Camila. - Estiró su mano.

- Un gusto, soy Lauren. - Sonrió, estrechando su mano.

- Un gusto Lauren. Yo vivo en el 115. - Apuntó hacia arriba, intentando explicar.

- Oh, yo vivo en el 113. - Camila se sorprendió.

- Por Dios, ¿Como es que nunca te había visto?

- Ah bueno, es que soy nueva acá. Llegué hace tres días y apenas me he podido instalar. - Explicó.

- Oh ya, yo estaba por fuera hace una semana, asique eso explica porque no he notado tú llegada. - Las dos rieron.

- ¿Tomamos el ascensor? - Le preguntó, apretando el botón para que este abriera las puertas.

- Oh si, claro. - Sonrió.

Las dos entraron en el cubículo y se mantuvieron en un silencio agradable mientras este subía al piso 20. Las puertas se abrieron y las dos salieron de ahí. Lauren fué la primera en llegar a su puerta.

- Bueno... - Se giró para observar a la Morena. - Fué un gusto conocerte Lauren.

- Igualmente Camila. - Abrió la puerta.
- Si necesitas algo, estoy a dos puertas de la tuya. - Le guiñó.

- Claro, gracias. Tú también puedes venir si necesitas algo. - Se recargó en la puerta.

- Si gracias. Adiós. - Le sonrió para después dirigirse a su puerta, la abrió y antes de entrar se giró para despedirse con la mano.

Lauren hizo el mismo gesto y cerró la puerta justo cuando la morena también lo hizo.

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Disculpenme si hay errores. ❤

Ven Y Encuentrame (Camren) {Borrador}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora