Este Fic es dedicado con cariño a ti, mi querid@ anonim@, gracias por la idea <3.
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La primavera era una estación de lo más acogedora; con bellezas naturales en cada rincón y olores suaves de cualquier tipo. No obstante de toda esa sublimidad efímera lo que le fascinaba a su persona era el estanque que yacía en el patio de la casona, le gustaba presenciar el movimiento de los peces Koi en ella y la gran diversidad de colores en ellos; su magna de tonos le hipnotizaba de varias maneras. Se declaraba culpable de sumergir sus descalzos pies en el agua, y deslizar sus manos por las pequeñas rocas que rodeaban la pequeña laguna.
Para su infortunio de ese día no podía hacerlo.
—De algún modo sabía que estarías aquí. —Sonrió. No fue necesario que diera la vuelta para descubrir quién era, su voz la delata al igual que su manera brusca de ser y olor. —Tatsuya.
Por mera educación giro su cabeza hacia atrás, encontrándose de manera instantánea con la figura menuda que conoció en el transcurso de su infancia; rió con encanto en cuanto logro divisar lo desordenado de su melena. Seguramente por correr como desquiciada en su búsqueda; solía actuar de esa manera cuando se alejaba de su persona.
—Tú me trajiste aquí cuando nos conocimos.
Akari Masako; hermana menor de la madre Himuro Tatsuya, perteneciente a un clan en el extranjero. Una omega completamente terca que lo cuidaba desde que tiene memoria.
—Tienes razón. — Avanzo lo suficiente para quedar al costado del pelinegro. Acuclillándose manteniendo el porte elegante. —Este lugar es muy relajante.
—Lo sé. — Concordó. — Es como una anestesia. Te hace olvidar los problemas que existen.
El silencio gobernó entre ellos dos, permitiendo que el viento fluyera entre sus oídos y cabellos. Por inercia el omega sujetó mechones en su oreja, con movimientos tan sutiles que parecieran ser ensayados durante toda la vida; aunque literalmente fuera así. Su padre, el jefe del clan donde pertenecía le dio básicamente la obligación de ser alguien que en el futuro le diera un beneficio. Y ahora ese momento llegó.
Vestido con un Kimono tradicional color purpura con toques claros y flores plasmadas en el mismo de tono lila; su rostro se hallaba ligeramente maquillado, con los labios carmín y un delineado fino, resaltando sus orbes plata. Se sentía como muñeca de exhibición con esa vestimenta. Todo eso con la intención de seducir a cortejo y llegar más allá en el momento que estuvieran a solas. Por el simple hecho de buscar a un heredero Alfa capaz de manejar el puesto que dejaría su padre al momento de perecer. Pues su loca lógica dictaba que ningún otro alfa fuera de esa línea sanguínea debía tomar su lugar. Lo preferente a ese acto era que Tatsuya se quedara en su territorio y diera a luz a un cachorro Alfa.
—Aún puedo tomar tu lugar Tatsuya. —Akari dijo. Por segundos se vio tentado a aceptar, no obstante recapacito la idea; la omega femenina luchó para demostrar que merecía tal puesto, no podía ser tan egoísta como para quitárselo y arrastrarla a un castigo severo por su propia inmadurez.
—No es necesario hacerlo. — Habló. — Es mi responsabilidad como hijo del Alfa.
Y era cierto. La marca que llevaba en su espalda significaba un gran peso, tanto social como emocional; una carga que por desgracia era doble por su género natural. Inconscientemente llevó su mano a su pecho y jugueteo con el anillo que sujetó a una cadena descansaba justo en el centro de sus clavículas; el último regalo que su hermano menor le dio antes de separarlos. Pueden llamarlo loco, pero ese pequeño objeto tenía algo mágico, una esencia.
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YENS|| Omegaverse|| PAUSADA.
FanfictionLo suyo nació como un negoció, no obstante nadie previo lo que sucedería después.