¿Somos Perfectos?

Caítulo XIII

Anteriormente en el capítulo XII...

-Manuel: Ahora sí, ¿en dónde nos quedamos?
-David: ¡Me ibas a decir sobre cómo xuxa sabes sobre lo que me pasó ayer!
-Manuel: Creí que era sobre tus padres.
-David: *Gritando* ¡No me importa! ¿Vas a decirlo o no?
-Manuel: Shhh, bien, ya, pero baja la voz si no quieres que vengan por nosotros.
-David: *Suspiro* Bien, pero dilo de una vez.
-Manuel: Bueno, estaba caminando por el centro de la ciudad hasta que me encuentro con la novia de mi hermano. Como no le tengo tanta confianza por su apariencia como de la Tigresa del Oriente decidí en acecharla y vi que estaba junto con un señor parecido a tu papá.

David tiembla luego de escuchar el testimonio del pituco semi-desteñido. Tenía miedo lo que le pasaría a su familia, en como afectaría a su pequeña hermana, lo que tiene que cargar para que siguiese adelante:

-David: *Temblando* ¿E-estás s-seguro de lo que dices? ¿S-seguro que era m-mi padre?
-Manuel: ¿David, te encuentras bien?
-David: ¿Cómo quieres q-que lo e-esté? Luego de lo que me dijiste...
-Manuel: Escucha David, puede que me esté equivocando o haya sido un malentendido, per-
-David: ¡No!...estás en lo correcto, mi madre lo confirmó... Y... ¿Y ahora que voy a hacer? ¿Qué pasará luego de que ellos se divorcien? N-no estoy listo para ese tipo de problemas, ¿q-qué pasará con Rita? Ella apenas tiene 8 años.

Manuel se queda impresionado con la reacción que tuvo David, nunca en su transcurso de su ''amistad'' lo vio de esa manera tan desesperada. Obviamente era por estar en un caso tan delicado como el adulterio supuestamente provocado por el padre del castaño:

-Manuel: ¡Wow! Hey, tranquilo. No te alteres así, no pienses negativamente...no ahora. Primero debes hablar con tu padre para poder aclarar o comprobar este conflicto.
-David: *gimoteando* Es que tu no me entiendes, no solo es por mi, mi hermana es muy pequeña como para superarlo.

Manuel al ver que David está a punto de estallar en llanto, lo abrazó con delicadeza para que este bajara el volumen de sus gemidos de dolor y pena. Cuando paró de llorar, Manuel se da la molestia de limpiar sus lágrimas con sus manos, sus caras estaban muy cerca. Más de lo normal, empezaron a cerrar los ojos mientras sus labios rozaban con el fin de dar un tierno y cálido beso. Hasta que la campana resonó dentro de todo el edificio, indicando ser  el comienzo de las clases como suele ser cotidiano. Los dos ''mongolitos'' se asustaron y rápidamente empiezan a correr como el Rayo MCQueen :v, cuando llegaron al salón se percataron que aún no llegaba el docente mamón que les toca a la primera hora. Así que aprovecharon esa valiosa oportunidad  para sentarse en sus respectivos asientos. De lejos se veía a Reginal con una cara de enfado y celos, por dentro gritaba las ganas de poder acabar con la vida de Manuel y así tener en sus manos a su querido David.

*En el recreo*

-David: *En mente* ¿Qué locura iba a hacer en el baño? ¿Acaso no puedo ponerme cuerdo incluso en estos días de estrés por una vez en mi maldita vida?

-Carolina: ¿David? ¿Te encuentras bien?
-David: *Sorprendido* ¡Caro! No te vi, perdón.
-Carolina: No te preocupes, en realidad te iba a preguntar sobre la ubicación de Dayana y Paola.
-David: Creí que estaban ustedes tres.
-Carolina: ¿Entonces por qué crees que te lo pregunto? c:
-David: No lo sé, tú dime :v

Mientras David y Carolina hablaban, en otro lado del colegio Manuel y Reginal tienen una conversación algo...'particular'':

-Reginal: No importa cuantas veces lo tengas junto a ti, David será mío quieras o no.

-Manuel: Eso ni lo pienses ''Rasputia''.

-Reginal: ¡¿Qué dijiste imbécil?!

Los chicos empiezan a pelear, dándose entre sí puñetes, rodillazos, cualquier golpe que genere daño al contrario del otro. Hasta que fue terminada gracias a una profesora que pasaba de casualidad al lugar discreto donde se encontraban los rivales. Esto concluye con la sentencia de suspensión de una semana cada uno. Horas después terminan las clases del día y todos se dirigen a sus hogares. En cuanto a David camina a su casa pensando en cuáles serían las probabilidades de que las cosas se pondrían en mal a peor. Por otro lado Manuel está pensativo sobre el cómo podría proteger a David de Reginal, quien este último planea volver a ver al castaño de ojos morenos en las salidas. Pero el pituco tenía un plan mejor, acompañarlo a su casa en las salidas...

... Pero en un momento repentino Manuel empieza a recordar ese momento en donde él y David estuvieron de darse un ligero beso hasta ser interrumpidos por la campana del colegio. Al mismo tiempo la cara del cabello semi-teñido se tornó en sus mejillas un color rosado, al final decide tomar una siesta con la esperanza de olvidar ese recuerdo. En cuanto a David, llega a casa y lo primero que hace es ir a su habitación para dormir por un corto periodo.

Fin del capítulo

-Y aún no tengo dibujos de los weyes xd *c va corriendo, c cae y vuele a correr :v*-