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“No quiero mucho para Navidad, sólo hay una cosa que necesito. No me interesan los regalos debajo del árbol navideño. ”
24 de diciembre de 2019. 9:00 am.
Joaquin se encontraba arropado en el sillón de la sala mientras observaba la televisión y una taza de chocolate caliente se encontraba en su mano derecha.
Mientras veía "mí pobre angelito" una típica película navideña que a todos los tenía cansados menos al pequeño castaño quien la amaba.
Pero en la mente de Joaquin sólo estaba una persona, su precioso novio.
Emilio estaba fuera de la ciudad debido a su trabajo como uno de los empresarios más importantes de Latinoamérica, bien, Joaquin amaba la felicidad de su novio y su trabajo pero realmente lo necesitaba aquí y ahora, más en una fecha tan importante como lo era Navidad.
“Sólo te quiero para mí sólo, más de lo que te puedas imaginar. Has que mí sueño se haga realidad, todo lo que quiero para Navidad eres tú. ”
Hace un par de horas, Emilio le había dicho que realmente quería estar allí con él pero que no podría ser posible, a lo que el pequeño sólo le dijo que lo entendía perfectamente aunque por dentro estuviera triste.
Joaquin le había enviado un último mensaje hacia unos instantes, diciéndole lo mucho que lo extrañaba y cuanto lo amaba, mientras quedaba dormido en aquel sillón.
“No necesito colgar mi calcetín en la chimenea, Santa Claus no me hará feliz con un juguete en Navidad. ”
Lo que aquel pequeño castaño no tenía en cuenta era que su novio ya tenía planeado algo con ayuda de sus amigos.
A esas alturas, el rizado estaba terminando de comprar algunas cosas en el centro comercial cerca de la casa que compartía con su adorado novio.
“No pediré mucho esta Navidad, ni siquiera desearé que caiga nieve. Sólo me quedaré esperando debajo del muérdago. ”
Joaquin despertó a eso de las 12 del mediodía, aún tenía un laargo día que esperaba por él pero no podía dejar de sentirse tan triste.
Se quedó por unos largos minutos observando la decoración navideña que había puesto hacia unos días atrás y suspiró.
Su vista al instante se posó en el muérdago que colocaron en la puerta, también recordó como aprovechaban a pararse debajo para tener una excusa y besarse.
