Sugar, daddy ; kth, jjk [+18] COMPLETA

22. [areumsexual]

He acabado el capítulo ahora mismo ಥ‿ಥ

Areum

El despertar no fue como el de las películas románticas.

Ningún amante había abandonado al otro en mitad de la noche como muestra de superioridad emocional ni tampoco estábamos abrazados.

El Señor Kim yacía dormido a mi lado para cuando sonó mi sigilosa alarma del teléfono. La apagué para no despertarle, y me incliné hacia su cara para observarle mejor.

Se me hacía extremadamente extraño ver a alguien tan dominante estar relajado.

¿Esa cara tan pacífica era la suya?

Los ángulos masculinos de su rostro seguían igual que las esculturas de Bernini, y unos mechones de su flequillo enmarcaban su cara tostada; el Señor Kim era muy apuesto, eso no lo podía negar.

Y me tenía que ir de aquí ya

Las sábanas cálidas que me arropaban me invitaban a quedarme junto a él, incluso a pegarme un poco a su hombro para oler su colonia.

El frío abrazó mi desnudez cuando me despojé de las sedosas y cálidas sábanas, y revisé el móvil superficialmente.

Ninguna llamada de mi madre, mucho menos mensajes. Tampoco de Jungkook.

Parecía como si la noche con Kim hubiese congelado el tiempo. Solo habían sido unas horas de sexo, una calada de nicotina y una siesta prolongada.

Vete de aquí

-Va, joder -recogí mi ropa del suelo pieza por pieza, y me vestí un poco asqueada de ponerme la ropa sucia.

Estaba siendo más silenciosa de lo normal para no despertar al lobo, pero de alguna forma oyó el roce de la blusa contra mi piel.

-Buenos días a ti también -se incorporó con parsimonia en la cama, las sábanas enrollándose en su cintura para exponer su pecho musculado-. ¿Ya me ibas a abandonar?

Me regaló la primera sonrisa sarcástica del día, esas que me daba de la misma forma que me daba azotes.

-Tengo que volver a casa -me puse los zapatos apresurada, y entré al baño para lavarme los dientes y la cara. Me sonreí a mí misma al ver que no tenía ningún chupetón en el cuello, nada que indicase dónde y con quién había estado.

La puerta entreabierta se abrió por completo, y vi su cuerpo en calzoncillos a través del gran espejo. Y tenía una erección, genial.

Me copió la rutina con parsimonia, el silencio incómodo después de una noche descaradamente sexual y morbosa.

No sabía qué decirle: ¿gracias?, ¿nos vemos el lunes?

Así que huí.

-Adiós, Señ... -me cogió la muñeca antes de que saliera del baño, y me apresó contra el lavabo de mármol-. Tengo que...-

-Shhh, ¿no sabes que es de mala educación irse sin despedirse adecuadamente? -me cogió el mentón para controlarme a su antojo, y me quedé atrapada en sus largas y bonitas pestañas-. Anoche me lo pasé muy bien, siempre disfruto ver el alter ego de las vírgenes.

Qué bonita forma de empezar el día

Pegó su cuerpo desnudo al mío provocándome tensión, y noté el grueso bulto contra mi vientre bajo.

De repente no podía dejar de mirar sus ojos oscuros, y sentía que había perdido la noción del tiempo.

Tenía que salir de aquí