-Mad Exorcist-

II

Bath-Inglaterra año 2000:

Un viejo conocido ha solicitado mi servicio como exorcista, lo conozco desde que empeze en esta clase de negocio, su nombre es Scott es un tipo afroamericano que viajo desde su tierra natal para acabar llegando a Inglaterra, su pasión al igual que la mía es realizar exorcismos aunque a diferencia mía el si cree en Dios y realiza su trabajo en base a eso.

Llegue a una casa que desde mi punto de vista se veía normal, como la típica casa de familia ya saben padres, hijos y alguna que otra mascota y parece que no estoy equivocado, baje mi mirada un momento para encontrarme un hermoso felino color azabache, sin darme cuenta por seguir mirando al felino la puerta se abrió dejandome ver a aquel viejo conocido.

-Hace tanto que no te veo pasa así te enseño a la niña-

Lo seguí hasta una habitación decorarada con flores y peluches, cuando abrió la puerta de esta misma, observe a aquella niña con mucha cautela, ella me sonreía tiernamente mientras yo seguía observándola.

-¿Para que solicitas mi servicio? Esta niña luce muy normal no detecto ninguna presencia-

-Solicite tus servicios porque eres el único que puede realizar el exorcismo, ninguno de los demás a podido contra el-

-¿Él?-

-SI YO-dijo la niña  las cosas comenzaron a flotar, y el piso se estaba rajando poco a poco

- Precipio tibi quod non convenit corpori egredientur (Te ordeno que salgas de aquello que no pertenece al cuerpo)-la pequeña empezó a llorar del dolor estaba empezando a funcionar, le pedí a mi compañero que preparara el agua bendita por más que no sea creyente es necesario utilizarla para realizar de forma correcta el proceso.

- Sal et ostende te (Sal y Muéstrate) -Al terminar de decir esas palabras del cuerpo de la pequeña empezó a salir una gran silueta totalmente negra solo se podían ver los ojos de esta.

-Tú ¿por que has de sacarme del cuerpo de esta niña? Yo soy quien decide poseer todo aquello que encanja con mi ser-aquellas palabras me dejaron desconcertado, pero no era momento para que me distrajera, era la única oportunidad para acabar con el.

-Raptaque iubes (mando desaparecer)-dichas mis palabras tome el bote de agua bendita y lo rocíe, pronto comenzó a desaparecer lentamente no sin antes decirme.

-Ten cuidado con lo que haces, alguien muy cercano a ti te protege pero no lo hará por mucho tiempo si sigues con esto, debes detenerte ya antes de que todo desaparezca como ella lo hizo-y así aquel extraño espíritu dejó el mundo real, sus palabras me hacen pensar de más, creo que necesito un trago.