De todas las historias que tengo para contar, esta quizás les pueda fascinar, por su diversidad en la cual se desarrollo, con el actuar de las personas involucradas en lo que se fue a formar.
Todo partió en Halloween, pues estaba emocionado de salir y descubrir un mundo el cual me gustaría describir, pues yo era una persona bastante diferente a lo que todos describen como “normalidad”. Mi familia me conocía totalmente como alguien normal, con una vida normal y un carácter normal, pues no sabían que yo era lo contrario a lo que les mostraba al actuar.
Resulta que a mi siempre me ha llamado la morbosidad, el ver sufrir y sus llamativos rostros suplicando la llamada piedad. Quizás me caractericen como un enfermo de la cabeza y sin sanidad a la que se pueda identificar, pero mientras a ustedes les gusta tener aparatos tecnológicos y hagan sonreír a su familia con su materialidad asquerosa que me desespera en verdad, yo tengo lo que se llama matar.
Si me preguntasen por que me produce placer, la verdad ni siquiera yo lo se, solo aprendí a observar la llamada internet, para explorar mas allá y me encontré con estas cosas que me sorprendieron con felicidad y apreciación de mi parte, al principio me asuste, pero después me acostumbre, lo lograba de a poco y en verdad las primeras veces me costo no sentirme mal. Pero aquí estamos, dejando notas para que sepan lo que mi pensar y manera de actuar me llevaron a encantar.
Como les digo, todo tiene un comienzo y el mío fue en verdad algo de encantar, pues me preparaba para mi Halloween de iniciar, una etapa de asesino que en realidad soñaba por llevar. Unos días antes alguien me contactaba para juntarnos a “iniciar”, (todo esto gracias a una pagina que nos junto hasta otro universo, conectado por nuestras sensaciones bizarras, si así podemos describirlas), nos íbamos a juntar a eso de las 10 para ponernos a planear y obviamente un disfraz debíamos de llevar para poder actuar de manera profesional.
Lo chistoso fue como disfrazados los dos llegamos al lugar, vestidos de ternos y las mascaras de gato nos separaban de la vista de los demás, apenas nos vimos fue algo especial, pues los dos vestíamos de una manera igual, pero no conocíamos la identidad de cada uno, por lo tanto la sorpresa de su belleza me hizo suspirar, comimos papas fritas puesto que a los dos nos encantaban y nos mataban. Conversamos lo que debíamos de hablar y salimos a actuar.Una noche tranquila, lleno de personas que no esperaban que las fuéramos a raptar y castigar hasta que sus ojos no aprecien más la belleza que la vida les entregaba. Amenazábamos en silencio tal como la luna, y observamos hasta que la primera victima paso ante nuestros ojos, era de unos 24 años y cuerpo bastante fácil de cortar, así que tomamos nuestras armas para poder deleitarnos por cada corte que podíamos imaginar, lo comenzamos a seguir sin mas, a gritar y el como era de esperar se comenzó a asustar, la corrida lo tomo y tropezó, (nada mas fácil pensaba con una sonrisa en mi rostro), mire hacia mi lado y pude verla sin su mascara, su risa y excitación proclamaban lo que el cuerpo exaltaba…
Apenas pudimos le noqueamos y llevamos como si fuera un borracho, frente a mucha gente que solo reía, por la fabulosa noche que les había tocado pasar, caminábamos esforzándonos, pues todo tendría una paga mas que satisfactoria para nosotros dos. Abrimos la puerta de la casa de mi compañera, y tiramos al cuerpo inconsciente al medio, lo estiramos como si todo fuera una obra perfecta a la cual debemos de pintar, lo colocamos sobre sabanas blancas, para apreciar cada salto grotesco de sangre y perfecto desangrar, mas la placentera observación de cada movimiento al comenzar a despertar nos exaltaba, nos adormilaba y yo lo sentía, y en la manera de cómo ella se movía encantadoramente, entendía que ella también pasaba lo mismo que yo. ¿Qué estará pensando?...
Le deje tomar la sabrosa iniciativa a la gatita querida, se veía mas hábil con el cuchillo a la vez, lo tomo como una extensión de su cuerpo y comenzó a pasarlo alrededor de las partes sensibles de aquel muchacho, que ya vendado comenzaba a desesperarse, tiritaba y sudaba, pues no sabia lo que pasaba, cuando el primer corte no tan profundo se marco en la piel, y ella reía a carcajadas y se tocaba, el grito de dolor del joven provenía de manera desgarradora, que mejores melodías podía escuchar. Mi gusto por los cortes va más allá, pues yo quería cortar algo de su cuerpo, comencé por sus manos, procurando que nuestra aterrada victima no muera antes de las ultimas estocadas que resplandecientemente brindaremos al terminar con el.
La sangre comenzó a provocarme, además ella comenzaba a mirarme, y el llanto lleno de dolor de aquel idiota, comenzaba a excitarme, ella se me acerco de una manera exquisitamente extraña, y me beso, todo se transformo en acariciarnos mientras la sangre escurría, no nos preocupamos de nada y nos liberamos con un placer corporal y a la vez especial. Cada beso, cada gemido paso a ser una sonrisa y deliberadamente nos enamoras, salvajemente y quizás es la historia (como dije al principio), un poco fascinante pero a la vez podría ser algo petrificante…
Nos deshicimos del cuerpo como es debido ocultar, guardamos su cráneo y limpiamos sin pistas dejar, comenzamos a salir y a seguir enamorándonos, besándonos en las noches, apretándonos unos contra otros, llenándonos de nuestro exquisito placer que después se transformo en nuestro espectáculo de noches especiales.
Ya ahora llevamos años practicando nuestra especialidad, salimos disfrazados como siempre, las mascaras de gatos, no prestamos identidad a nadie, y de tal manera como lo sabemos llevar, tenemos una vida cotidiana, para que la normalidad que los otros creen observar, no los meta en nuestros asuntos que ellos no van a saber apreciar, esta noche nos toca cazar, con mi querida gatita, y espero que recuerdes correr sin tropezar si es que nos ves de la mano, observando tu suave caminar…