The Gift| 1.chanbaek

3.

Los supermercados estaban tan llenos que su ánimo se veía opacado por las largas e interminables filas, pero no iba a darse por vencido. Iría entonces primero por aquella maldita playera y luego compraría todo, nadie podría detenerlo de hacer una de las mejores recetas de su abuela y llevárselas a su novio, iba a encantarle y si no, iba a lanzarsela encima y no lo dejaría en paz hasta la próxima navidad.

A diferencia, la tienda de estampados era como un oasis en medio del camino, con suerte habían dos personas y eran los que atendían, sin duda su día de suerte.

— Hola, disculpe-

— Baek...—habló una voz reconocida para él, la figura de un chico con permanente y sonrisa aliviada lo dejo en shock por unos segundos.

— Hola, Chen —respondió sonriente— no sabía que trabajabas aquí.

— para que veas lo pequeño que es el mundo ¿En qué puedo ayudarte? —le preguntó emocionado.

— Necesito que me pongas está imagen —le indicó desde su teléfono— en esta camiseta.

— Claro —respondió— solo tardaré unos minutos, espérame aquí...dios, a pasado tiempo desde qué...bueno, te ves bien —siguió algo incómodo, Baek frunció el ceño pero decidió hacerse el desentendido e ignorar lo último que dijo.

Pasaron unos minutos, justo como Chen había dicho...minutos en los que sus amigos no dejaban de seguir bombardeando con mensajes.

— Bien, por mientras puedes ir a pagar en el cajero, pondré la camiseta en una bolsa —finalizó el pelinegro— ¿Regalo de navidad? —preguntó con una ceja alzada.

— Por supuesto —respondió dando una sonrisa triunfante, para luego pagar la compra reciente que había efectuado. Se sentía un cincuenta por ciento realizado.

— ¿Y para quién, sí se puede saber? —preguntó con el mismo semblante coqueto y curioso, entregándole la bolsa.

— ¿No es obvio? —dijo con burla y con amor rebalzando sus ojos— para Chanyeol —se despidió y cerró la puerta tras él.

Chen se quedó estático y rápidamente sacó su teléfono para llamar a sus amigos.