Cuando el tocadiscos se detenga su corazón dejará de latir

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Ciudad subterránea Sanguinem

"Wise... men... say
Only fools... rush... in
But I... can't... help... falling in love...with... you"

-Mika-nii! Mika-nii! ¿Qué es eso ahora?- Dijo el pequeño niño extasiado por la voz romántica y varonil que emitió el tocadiscos. Sus ojos chocolate brillando con fascinación.

Mika se rió enternecido con una mano apoyada en su mejilla desde el lugar donde estaba sentado disfrutando la lenta melodía.

-Es música, Kouta. ¿No la recuerdas?- Respondió en cambio Akane siempre con ojos amables mientras ayudaba a los demás niños a agruparse alrededor de la mesa de madera podrida.

Kouta hizo un mohín mortificado como si estuviera tratando de recordar.

-Eras muy pequeño entonces, enano, no te molestes.- La voz de yuu intervino desde la pared más alejada de ellos en la que se recostaba de brazos cruzados, fingiendo desinterés por el aparato que Mikaela había traído a casa. Mika sonrió más grande.

Todos estaban reunidos en el pequeño espacio. Y en ese momento el corazón del rubio palpitó preguntándose si esto era felicidad.

Por esto. Todo valía la pena.

-¿Ehhh? ¡Que malo es Yuu-nii-chan!- Mika vió como los niños comenzaron a acosar al pelinegro de doce años, jando de su ropa en común. Yuu les gritó sin estribos antes de reírse involuntariamente por el ataque, causando una carcajada provenir de Mikaela incapaz de quitarle los ojos de encima a algo tan precioso.

"Shall... I... stay?"

Yuu-chan estaba sonriendo.

...Si pudiera mantener a Yuu-chan así por siempre.

Su sangre fué una mísera para lo que recibió a cambio. ¿Porque había dudado tanto en regresar a esa mansión?

Yuu-chan y todos estaban tan contentos.

"Would it be... a... sin?
If I... can't... help... falling in love with... you"

-De todas formas. ¿Que diablos es eso, Mika? No puedo entender nada de lo que habla ese tipo.- Resopló el pelinegro mientras escuchó la canción de idioma extraño, sus ojos verdes testarudos miraron al rubio en la mesa, conteniendo en sus brazos a dos de los niños berrinchudos.

Mika ahogó una risita antes de contestar, cerró los ojos señalandose con arrogancia. -Ohjun~ Por supuesto que no esperaba que Yuu-chan entendiera algo tan complejo. Después de todo Yuu-chan es un idiota comparado con el gran ¡Mikaela-sama!

-¡Oi! ¿Que dijiste, bastardo?

-Cuida tu boca frente a los niños, Yuu-chan- Regañó Akane.

Yuu chasqueó la lengua con fastidio antes de soltar a los mocosos que retenía. La canción siguió su curso como un río.

Sonaba bastante cursi para sus oídos.

-¡Deberíamos bailar todos!

-¿Bailar?

-¡Yo quiero bailar con Akane-nee-chan!

Presenció cómo los niños se alejaron de él para dirigirse con entusiasmo al centro de la humilde habitación, riendo y bailando torpemente la melodía derretida en parejas por instrucciones de Akane.

"Like a river flows

Surely to the sea

Darling, so it goes..."

Cuando el tocadiscos se detenga su corazón dejará de latirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora