parte única

283 41 4
                                    

Caminaba por la calle carente de vidas ajenas, con el viento colándose por sobre su cálida bufanda. La mano del chico a su lado, entrelazada con la suya, no ayudaba realmente a transmitir el calor que necesitaba debido al cruel invierno que estaba atravesando la ciudad en ese momento.

Sus pensamientos anexos a todo lo que sucedía en su monótona realidad, no dejaban de atormentar su cabeza.

Esto es incómodo.

No quiero estar aquí.

¿Por qué estoy con él?

Esa clase se ideas cruzaban en su mente, dejando todo lo que en realidad sentía, demasiado fuera de su verdadera opinión.

Es hora de acabar con esto.

Ya había perdido la cuenta de las veces que había repetido aquella frase en su cabeza, y es que nunca terminaba por hacerlo realmente, porque a pesar de todo aún no tenía claro cómo se sentía de verdad.
Pensaba que era amor, un amor donde ya estás ciertamente acostumbrado a que algunas cosas pasen, como infidelidades o alegatos que terminaban siendo confrontados mediante muchos gritos por parte de los dos. Sin embargo después de un tiempo, comenzó a notar que no era amor lo que estaba experimentando por segunda vez con Taehyung. Esto no era más que costumbre, una costumbre que había adoptado el nombre de amor por miedo a no depender de alguien. Y eso estaba mal. Estaba malditamente mal, porque no puedes simplemente fingir amar a alguien por el mero hecho de no querer quedarte solo. Y quizás para Seokjin no era fácil, puede que lo sonara, pero realizar el acto de tomar las riendas de su vida no, no lo era para nada, y lo tenía muy claro, pero una vez más, el miedo atormentaba su ideas.

–Escucha — había logrado pronunciar con un leve tono de arrepentimiento. —Yo sé que ya van dos años, es demasiado, y en verdad lo entiendo, es un gran logro para ambos, pero... como compañero y amigo tuyo yo... no me siento realmente conforme con los pasos que está tomando esta relación hasta ahora — dijo por fin.

El chico a su lado lo miró con fingida confusión, sin embargo éste tenía más claro que el agua lo que estaba insinuando sutilmente Seokjin.

—Lo sé amor, también me he sentido así, pero no es más que estrés por el trabajo, ya sabes, cargar cajas algunas ve-

—No —lo interrumpió rápidamente. —Claramente lo que yo siento por lo menos no es estrés —la indignación había traspasado la frontera y ahora el ceño fruncido en su hermoso rostro no podía irse. —Necesito que dejes por un momento de pensar solo en ti mismo, estoy siendo serio ahora —al decir esto, detuvo su caminar, quedando ambos frente al tenebroso bosque oscuro del lugar.

—¿De qué hablas? Nosotros estamos más que bien, me lo confirmaste anoche, ¿recuerdas? —ahora el temor era abundante en los pensamientos de Taehyung, ¿por qué de pronto se estaba sintiendo mareado?

—Escucha, no porque haya dejado que me tocaras significa que disfruté hasta el más mínimo contacto contigo, porque no es así, no fue así —metió sus congeladas y rojas manos a sus bolsillos en un intento de encontrar por lo menos un poco de calor ahí dentro, desviando la mirada incómodo.

—De acuerdo, ¿ahora estás mencionando que no te satisface lo que hago por ti? —el chico de tez dorada se había acercado amenazadoramente a Jin, frunciendo el ceño y arrugando ciertas partes de su linda cara. El viento comenzando a sacudir todo a su paso, arrastraba los laceos mechones negros del chico.

—¿Lo que haces por mí? —la irritación en su voz era tan palpable que no hacía más que molestar a su acompañante. —No es tu obligación tener sexo conmigo, nunca lo ha sido —frustrado, comenzó a caminar en línea recta hacia adelante, con la intención de terminar con eso de una vez por todas. Mas se vio interrumpido al ser jalada del brazo por una mano mucho más fuerte que la suya, provocando que todo su cuerpo volteara a la vista del encantador chico.

—¿Ahora escaparás? —preguntó con escepticismo él. —Te recuerdo que fuiste tú quien en primer lugar me pidió salir a una cita haces tres años —su agarre apretando cada vez más en su delgado brazo.

—Sí, lo recuerdo, y no sabes cómo malditamente me arrepiento de haberte hablado ¡maricón! —con esto, un fuerte golpe entre pieles se hizo escuchar en la avenida, donde poco a poco comenzaba a oscurecer debido a la hora. Su mano había aterrizado sin piedad en tersa mejilla de Seokjin, dejándolo con el rostro ladeado y mirando hacia el piso. Él instintivamente se llevó la mano a la parte enrojecida por la creciente irritación en la zona de la piel golpeada.

—¿Es así como será? —preguntó Taehyung alejándose sólo un poco. —Me estás obligando a hacer algo que realmente no quiero hacer —sonaba furioso, no ayudaba para nada el ver aquellas pupilas, demasiado dilatas, como si fueran las de un propio asesino con la adrenalina de matar corriéndole por las venas. —¿Te has quedado mudo de repente?

—Cállate —murmuró con voz queda.

—¿Qué dijiste? No escuché —su voz había adoptado justamente la que toma un abusador, amenazando a su víctima.

—¡Qué te calles maldito canalla! —y por más que intentó saltar encima del más alto para por lo menos hacerle algo de daño, no lo logró. Taehyung fue mucho más rápido al empujarlo fuertemente, provocando una intensa caída, lo que lo hizo obviamente perder el equilibrio y golpear su nuca en la acera alta.

Su cuerpo quedó inmóvil, con ojos cerrados y boca abierta. No reaccionaba, y menos lo hacía el otro. Se había quedado parado frente a la escena, totalmente perplejo, ¿qué acabo de hacer?

Rápidamente su conciencia criminal que había intentado ocultar por esos tres años, salió a flote. Se agachó frente al hombre que supuestamente amaba, golpeó repentinamente sus mejillas con palmadas suaves, intentando hacerlo despertar, mas nada de eso funcionó.
Con todas su acciones pasadas, logró recordar lo más fácil.
Tomó en brazos el cuerpo delgado de Seokjin, lo cargó sobre su hombro izquierdo y con la velocidad de un rayo, entró sigilosamente al bosque, el cual se encontraba justo frente a sus narices.

Prontamente, la mata de árboles y oscuridad cubrieron el crimen que estaba por cometer el castaño.

Logró llegar al puente más cercano que cruzaba la entrada de una reserva natural, sin embargo esta había sido clausurada hace un tiempo debido a los múltiples asesinatos y suicidios por parte de los ciudadanos.

Apoyó la espalda inconsciente de Jin en la baranda de madera ya podrida por el paso del tiempo, y sin plantearselo siquiera dos veces, lanzó el cuerpo hacia el río de grandes y peligrosas rocas, justo cuando éste abría los ojos y recobraba conciencia.
Un grito gutural hizo eco en toda la extensión de grandes y longevos árboles, con la compañía de un cuerpo aterrizando en la roca más alta del fondo del río.

Una mueca se formó en el rostro del chico, lo más parecido a una sonrisa mal fingida.

—Tú realmente no me conocías —murmuró mirando la gran diferencia de altura entre el puente y la caída del río.

STRANGe (Taehyung x Seokjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora