Soneto II.- Al apasionado

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Sonido, por la ventana las gotas caer,
por la puerta, un hombre al teléfono.
Ella, con su ser de la que alguna vez fue
esperando en el dormitorio monótono.

Al término de la llamada, paciente,
él se acerca a su presa virginal.
—Oh, ahora interrumpes mi lectura breve.
—Ya, ¿o acaso tú te quieres negar?

El libro cae, depositado en la cama
con las tapas abiertas, a la intemperie,
el contenido atrayente, total alcanzada.

Gemidos ahogados, espasmos que se acometen.
Aquellos fluidos que recorren y bajan,
y él, actuando como un descontrolado ariete.

Mi Antología de Poemas y SonetosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora