Yo soy una chica, no te diré mi nombre porque es peligroso. Se supone que no debo de revelar ningúno de estos secretos pero decidí revelartelos. No sé por donde empezar. Sólo sé que no hay prisa para ello. Te he estado buscando desde hace mucho, y has tardado mucho en darte cuenta de que te necesito.
Yo soy yo, así como tú eres tú. Bueno empezaré con como empece a creer en ello.
Hace muchos meses, antes de que creyera que puedo volar, pasó lo siguiente:
Era el primer día de clases y yo llevaba prisa porque ya se me hacía tarde. Ese día me había levantado 20 min tarde, y para mí eso significaba : "No llegarás a la escuela el día de hoy". Me apuré lo más que pude.
Cuando llegue a la escuela, todo iba normal, como todos los años pasados; pero si no entraba en ese mismo momento, no me dejarían entrar depués. Corrí lo más rápido que pude, y choque con alguien dentro de la escuela. No sabía quien pero ya se me hacía muy tarde como para averiguar quien era, y si lo conocía. Recogí mis cosas y me fui. Revise la lista para verificar en que salón me tocaba. Me tocaba Química, era mi primer año con esa materia, ya que el año pasado había tenido Física y ahora no la tengo.
Estaba muy nerviosa como siempre. No sabía a quienes me encontraría y a quienes conocería. Llame a la puerta, y me abrió el profesor y me dijo, casi tarde. Entré y pude notar que todos me veían como si no me conocieran, pero por un momento me olvide de ellos, y continué con la clase. Después de un rato, alguien llamo a la puerta, era un chico; el chico sí estaba tarde.
Por un momento llegue a pensar que era el chico con el que había chocado pero no lo creo.
Se acabo la clase. Salí del salón y me dirigí hacia mi casillero. Lo abrí, oí que alguien a lado del mío lo había abierto también. Cerré el casillero al mismo tiempo que la otra persona. Voltee para ver quien era. No podía ser verdad. Era el chico que llego tarde a la clase de Química. Me sonríe y se va.
Que extraños son todos. Mis amigas están sentadas juntas. Me acerco a ellas y las saludo desde lejos. Y choco con alguien. Le tiro su mochila y le ayudo a recogerla. Levanto la mirada. Es él otra vez. Le digo perdón y me voy con mis amigas.
-Hola- les digo
-Hola.- me dice mi amiga Nicole- ¿Quién era ese chico?- y se ríe- con el que chocaste.
-No lo se. Solo se que va conmigo en Química.
-Es muy guapo- dice Mel
-Déjense de tonterías niñas- dice Susan.
Nos pasamos todo el receso platicando sobre nuestras vacaciones y todo lo nuevo que a pasado y que no sabíamos.
Se acabo la escuela. Salí de la escuela, y me fui caminando a mi casa.
Al día siguiente todo iba bien. Llegue a mi salón. De pronto el maestro llego jalando a alguien del brazo, y dijo lo llevare a la dirección. Me dejo a cargo. El chico era con el que choque el día anterior. Era nuevo y ya estaba en problemas. Definitivamente no era mi estilo.
Si escogiera un chico, sería uno amable estudioso e inteligente como yo. No como él que se mete en todo tipo de problemas.
Esperé a que llegara el profesor para regresar a mi lugar. Cuando por fin llegó, me retire de su lugar y me acomode en mi asiento. Cuando voltee ahí estaba de nuevo ese chico. Me volteo y trato de ignorarlo, pero es muy ruidoso y se distrae con todo lo que ve. Fue muy difícil poner atención en esa clase cuando él no paraba de jugar.
Todos salimos del salón excepto él.
-Señor Wilson- le pega a su escritorio y lo voltea a ver- Señor Sam Wilson.
-Solo diga el castigo o lo que quiera
-No es así de sencillo- se acomoda sus gafas- llevamos un día, usted es nuevo y ya esta en problemas.
-¿Algún problema con ello?
-Si. Estará castigado hoy y mañana. Para la próxima el castigo será mayor y así consecutivamente.
Me voy antes de que me vean. Dejo mis cosas en mi casillero que esta junto al suyo.
