CHAPTER 1

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Este es el momento que he estado esperando, por fin llegué a la Universidad, es hora de buscar quien soy realmente en este mundo, desde que era pequeña sueño con irme de casa, dejar todos mis problemas atrás y escapar de todo eso; mientras camino por el campus hacia el edificio de ciencias, observo a las personas a mi alrededor, hay de todo un poco, algunos son hippies, otros son visten solamente ropa oscura; vi como un grupo de chicas llevaban el cabello pintado de diferentes colores, dando la ilusión de que juntas parecían un arcoíris; también vi a muchas parejas, estaban tomadas de la mano, otras se abrazaban e incluso algunas peleaban, y mi parte favorita, vi muchos chicos guapos y cuando digo guapos no me refiero a atractivos, sino a hombres que parecen salidos del mismo Olympo; la mayoría de ellos ni siquiera notaba mi presencia, pero algunos me sonreían y eso me hizo sentirme como una chica estúpida, pero feliz.

Llego al salón, donde apenas y hay lugar para sentarse, no me queda más remedio que sentarme hasta la última fila alado de una chica con el cabello oscuro; la saludo amablemente, pero ella simplemente me ignora y mantiene la vista en su teléfono. "De acuerdo, no te sientas mal, solamente porque una chica fue mala contigo, no significa que todos los demás serán así, era una posibilidad de uno en un millón que la primera chica a quien le hablaras, se convertiría en tu nueva mejor amiga, debes de tomarlo con calma, tendrás muchos amigos verdaderos y quién sabe, tal vez hasta un novio, ya es hora de que avances y dejes de pensar en Austin, él solamente te rompió el corazón y nunca le importaste, no merece ni tus pensamientos".

El profesor comienza la clase y se presenta ante todos, su nombre es Bertrand, al parecer es parisino y se mudó hace 5 años, debe de tener como unos 46 años, desde donde estoy puedo ver perfectamente que su cabello ya tiene algunas canas y aunque no es la octava maravilla del mundo, es atractivo, tanto que la chica mala de a mi lado, dejó de prestar atención a su celular y le dedicaba todo su tiempo y atención al profesor.

De pronto se abren las puertas y entra uno de los chicos más guapos que he visto, tiene el cabello castaño claro, ojos azules como el mar, facciones muy masculinas y unos brazos muy bien marcados, parace sacado de un video musical o de la portada de una revista. El profesor lo regaña por entrar tarde, pero le dice que tome asiento y para mi buena suerte, se sienta a mi lado. Esto no puede estar pasando, el hombre de mis sueños está sentado a mi lado, desde mi lugar puedo oler su pefume, huele a hombre sexy, todo en él lo es. No me atrevo ni a mirarlo a los ojos, no quiero que piense que me interesa, porque es la verdad, pero no puedo dejar que él lo sepa.

—Hey—me dice al oído, creo que me voy a morir—¿Tienes una pluma que me puedas prestar?

Tomo mi bolsa y le doy una color azul, él me sonríe con sus perfectos dientes que lo hacen lucir como un modelo de alguna marca de pasta dental, nuestras manos apenas y se rozan cuando él fija la mirada en el profesor. Sólo tuvimos 30 minutos de clase, vimos los objetivos y la introducción del curso, después el profesor nos dejó ir y todos salieron casi corriendo, incluyendo al chico a mi lado.

No se porque, pero sentí una enorme tristeza dentro de mí, por una vez lamenté salir temprano de clases; no lo volví a ver en todo el día, cuando dieron las 5 de la tarde, me dirigí a mi departamento de soltera. Decidí vivir fuera del campus porque creo que así tendré más libertad, además que la renta no es muy cara y comparto el departamento con otras 2 compañeras; cuando entro en el flat, me encuentro con Lucy, ella es novata igual que yo, la conocí por una amiga de la preparatoria, es de estatura pequeña, mide 1.63 cm, tiene muy buen cuerpo, es pelirroja y con pecas; hasta ahora no me ha dado problemas, pero es debido a que es muy coqueta por lo general trae un chico diferente cada Viernes, al que nunca le vuelve a hablar, no me molesta el hecho de que se ligue muchas personas, pero si me preocupa el hecho de que traiga extraños a la casa y después nos roben, confío en Lucy, pero no es sus acompañantes.

YOU, ME AND THE ROOMMATEWhere stories live. Discover now