El celular perdido (Malec)

La grandiosa venganza de Bane

4:30 AM

Magnus salió a la calle, se sentía abatido, pensó que Alexander era alguien diferente, llego a pensar que él no le rompería el corazón, oh pero si no era la primera vez que lo hacía pero Magnus lo seguía amando con cada pedazo de ese cansado y maltrecho corazón y le dolía.

Continuó caminando hasta llegar a un bar, si, esa era la cosa importante que tenía que hacer; ese bar era llevado por algunos submundos que la verdad ya no recordaba si eran hadas, vampiros o duendes el solo llego y se sentó a ahogar sus grandes penas…

7:30 AM

Magnus había conseguido lo que necesitaba, estar tan ebrio que miraba cuádruple y caminaba tambaleándose, tenía una gran sonrisa en el rostro la cual lo hacía ver bastante macabro pues tenía el delineador corrido gracias a las grandes lagrimas que no habían dejado de correr por sus mejillas y esos ojos verdes estaban hinchados y algo enrojecidos por llorar.

-Voy por ustedes nefilim..- se dirigió a paso “decidido” (Si es que se puede llamar decidido a caer al suelo cada medio metro que avanzaba ) al instituto hasta que finalmente después de caer a un contenedor de basura, a un charco que olía a alcantarilla y pisar caca de perro, llegó y tocó como si su vida dependiera de hacer sonar las campanas que anunciaban su llegada, la llegada del gran e inigualable Gran brujo de Brooklyn, sonrió una vez más haciendo sus invocaciones mientras esperaba a que los infelices le abrieran la puerta.

-¿Quién mierda está llamando con tanta insistencia?- preguntó isabelle con un cucharon en la mano, al parecer ese extraño pastel no era lo único que pensaba hacer izzy, Alec suspiró

-Iré yo, tal vez sea una emergencia- con estela en mano el pelinegro se dirigía a la puerta pero Jace lo detuvo

-¿Qué les parece tener este día como domingo familiar? Hace mucho tiempo no estamos juntos como familia, los tres– Jace caminaba junto a Alec el cual no dejaba que le tomara ventaja.

-Crees que sea clary? Tal vez la hiciste enojar pero Jace, deben hablar sus cosas- entonces recordó que ella podía entrar por su cuenta si así lo deseaba

-No es clary!- sí, de eso ya se había dado cuenta, entonces ¿por qué su parabatai se portaba tan extraño?- Vamos Alec, entrenemos un poco, no es realmente necesario ver quién es y nos hace falta entrenar un poco- jace agotaba su tiempo y no se había dado cuenta de en qué momento ya se encontraban abajo y tan cerca de la puerta y Alec no se detenía

-¿Ya comiste algo de Isabelle? Estas muy extraño, después de ver quien quiere entrar con tanta insistencia hacemos lo que quieras Jace.- miró a su hermano con un poco de desconfianza pero un muy desagradable olor que lo hico arrugar la nariz lo obligó a desviar su atención,  ahí estaba Magnus.

-¿Hacer lo que quiera eh?- dijo Magnus riendo- ¿ahora le prometes esas cosas a él?- Alec lo miraba sin entender, que hacia Magnus diciéndole eso y peor aún, pensó que jamás lo diría  pensaría pero se veía terrible, su abrigo dorado estaba mojado y tenía manchas que prefería no preguntar que eran pero por el olor podía deducirse, sus pantalones rosas, bueno estos no estaban en su sitio, el brujo los usaba como sombrero sobre su cabeza y había perdido un zapato. No tenía purpurina y el maquillaje lo tenía corrido.

-¿Magnus que te pasó?- le preguntó el Nefilim alarmado.

-¿Me preguntas que me ha pasado Alexander? – Magnus se ríe como loco cosa que asusta más a Alec ¿acaso estaba soñando? Primero Jace y ahora Magnus se portaba extraño ¿Qué seguía? ¿Un pato araña? Y como si sus deseos fueran realidad ahí estaba frente a él una gran araña de tres metros, sus ocho extremidades terminaban planas como patas de pato, y su cabeza también parecía más un pato, pero su cuerpo sin duda era de araña, definitivamente era una pesadilla. -comételos miss cuack…- Alec y Jace abrieron los ojos como platos ante las palabras de Magnus el cual se encontraba ya montado sobre el insecto-animal