Querido Aaron:
Ella no asistió a clase. ¿Por qué me ignoraste?
Creí que hablarías conmigo, pero solo hablaste con Mary. Ni siquiera te acercaste a mí.
Auch. Eso duele.
Pensé en varias escusas del porqué no te acercaste a mí. ¿Crees que sean válidas?
1. Porque sus amigas estaban allí y podían delatarte.
2. Tienes miedo de que yo te guste.
Mmm no, definitivamente la 2 no.
2. Ni se te cruzó por la mente acercarte.
3. Quisiste pasar tiempo con tus amigos ya que ella nunca te deja ser libre.
4. Uhm... no lo sé. ¿Te gusto?
No, claro que no.
Solo no te acercaste a mí porque eres fiel.
La amas ¿verdad? yo sé que sí.
No quiero ser insistente, Aaron, pero ella no te merece.
La vi con otro chico antes de ayer, estaban besándose.
Ella no vale la pena, cariño.
Uh, cariño. Suena lindo ¿verdad? Cariño, CARIÑO, CAAARIIIÑOOO.
Suena lindo si es dirigido a ti. Y solo si YO te lo digo.
Oh, ¿recuerdas que te dije que tal vez te olvidaría?
Me equivoqué, claramente.
Soñé que me dabas un beso. Y ¡Oh por Dios! QUE beso.
Entonces, cuando desperté con la sensación de mariposas en la panza, caí en la realidad.
No pude, no puedo y no podré olvidarte.
Son las tres de la mañana y me tienes aquí, sin poder conciliar el sueño.
Pero es hora de dormir. Mañana te veré de vuelta en la escuela.
Lo esperaré ansiosa.
Que tengas dulces sueños, querido.
Amelia.