Too late?

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—¿Niall, quieres jugar un rato Blac Ops?— preguntó Harry entrando a la cocina.

Niall era un muchacho pálido, con frenillos y un cabello castaño bastante desalineado que contrastaba contra su piel pálida.

—Me gustaría Harry, pero aún no acabo de hacer la cena.

Harry era todo lo contrario a él, un chico guapo, de sonrisa impecable y carismático a más no poder, hijo de los dos empresarios más exitosos de Londres, Anne y Desmond.

Anne, iba pasando por afuera de la cocina cuando escuchó la conversación y le dijo a Niall que sin preocupaciones fueran a jugar un rato, y así los dos entusiasmados corrieron escaleras arriba a jugar en la gran habitación de Harry.

Ambos estudiaban en una prestigiosa escuela privada y a pesar de que eran buenos amigos dentro de casa, ya que Niall y su padre trabajaban como cocineros de los Styles, después de 8 años ahí ya eran parte de la familia, aunque Harry lo desconocía fuera de la casa.

...

Al día siguiente habían citado a Niall en la oficina del director, el castaño temblaba, siempre había tratado de ser un chico bueno, y cero problemático.

—Niall Horan, puedes pasar.—le dijo la voz de la secretaria.

Niall acomodó su corbata roja, trato de alisar el saco de su uniforme y entró.

Tras un par de minutos dentro de esa oficina, Niall salió con una sonrisa en la cara, con ganas de contarle a alguien.

Iba caminando por los pasillos para llegar al estacionamiento e ir lo más rápido a casa a contarle a su papá.

Pero en su camino vio que se acercaba un castaño de ojos verdes.

—¡Harry, qué crees!.— gritó el chico con frenillos.

El ojiverde pasó de largo sin prestarle atención, iba abrazado con una chica.

Niall negó con la cabeza y suspiró resignado, había olvidado que estaban en la escuela, ahí era invisible para Harry.

Tomó su scooter eléctrico y se dirigió a casa, mientras a lo lejos veía como Harry se iba con su chofer y la chica.

Al llegar a la casa de los Styles, fue directo al cuarto de servicio. Su papá y él dormían ahí, había un par de electrodomésticos que ya no usaban como una lavadora, la secadora, y un par de cajas con cosas viejas de la familia; no era demasiado grande ni pequeño, cabían dos camas individuales a la perfección con las demás cosas.

Se recostó en la cama y se quedó viendo fijamente los papeles en su mano, estaba demasiado sorprendido y centrado en sus pensamientos que no escuchó a su padre entrar al cuarto.

—Hola hijo ¿qué pasa, todo bien?.— le preguntó su padre.

—El director de la escuela hablo hoy conmigo me dijo que tengo una beca para estudiar en París gastronomía por cuatro años y no sé qué hacer.— suspiró resignado.

—¿Cómo que no sabes que hacer? Obviamente vas a ir, es tu sueño desde que eras pequeño.

—Lo sé, pero hay un algo que.... no estoy seguro.

—Es por el joven Styles ¿verdad?.— Niall abrió su boca sorprendido listo para negarlo, pero su papá continuó. —Hijo te conozco y la verdad lo he sospechado durante un tiempo pero no es razón para detener tus sueños él tiene su vida lista y comprada aquí, tú tienes que trabajar por tu futuro y por tener algo mejor que este empleo.