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"No dejes de sonreír pequeño, no importa que tan dañado y destruido estés, no permitas que te vean así"


El castaño se levantó de su cama, el día estaba más frío de lo normal, la humedad de la lluvia anterior se sentía en el ambiente.

Levantándose de su cama con pereza y cansancio, la última llenando su cuerpo más que la otra. Las faltas de dormir le faltaban, no estaba acostumbrado a desvelarse pero sabiendo el día que era hoy no puedo agarrar una pizca de sueño.

Camino hacia el baño se miro al espejo y suspiro con melancolía y tristeza, sus mieles ojos se llenaron de lágrimas, lágrimas que no tardaron en salir dejando finos caminos de lágrimas por sus pálidas y frías mejillas.

Su rostro se desfiguró y sus ritmo cardíaco fue acelerando de manera sorprendentemente rápida, sus manos temblorosas fueron a parar en su rostro cubriendo sus encharcados ojos y húmedas mejillas.

Cuando sintió sus piernas fallar se dejó caer en la pared deslizándose por ésta hasta terminar en el gélido suelo del pequeño cuarto.

- Maldita sea, ¿Por qué tú?

El aire se comenzó a atascar en su garganta y pequeños sollozos temblorosos salían de sus partidos y pálidos labios. Juntó sus pierna contra su pecho tomando posición fetal, paso a acultar su cabeza en el hueco que dejaba la posición y abrazo sus piernas.

Detestaba la sensación de llorar, para él era repugnante, pero lo necesitaba, solo una vez al año tenía la oportunidad de hacer éso, liberarse, llorar con todas sus fuerzas.

- Tú eras el único que me llenaba.. Sólo tú - Largas lágrimas salían de manera descontrolada, sensación de culpa, tristeza, rabia y la peor de todas, la sensación de su corazón roto latiendo por alguien que no podía tener yá - ¡Me juraste que no te irías! ¡Qué no me dejarías solo!

Grito forzando su garganta, desgarrandola por completo. Soltando sus piernas comenzó a golpear el piso con fuerza, no podía más, no quería sufrir más.

- Te fuiste de mi lado, me dejaste...

El ritmo de sus golpes bajo, sus manos ardiendo y temblando se pasaron por sus rebeldes hebras para ser jaladas con fuerza desprendiéndose algunas mediante el proceso.

- No puedo superarte, no puedo dejarte ir... No cuando eras el único que me mantenía vivo..

Agarro la cuchilla que reposaba sobre el mesón de mármol, no esperando nada más lo clavo con fuerza en su brazo izquierdo repetidas veces.

Caminos de sangre salían de su piel. Cada cortada, cada camino que el líquido dejaba, cada gota de sangre era mil veces menos el dolor que su cuerpo mantenía ocultó cada día.

- ¡Contempla todo lo que hiciste, por tú culpa volví a lo mismo, por tú culpa estoy más roto que antes, por tú culpa estoy haciendo ésto!

Su incesante llanto era desgarrador,soltaba pequeños murmullos que eran acompañados de gemidos de desgracia y dolor. La sangre comenzó a dejar un gran charco en los blanquecinos azulejos del baño, mancha de la cual era ensuciada sus vestimentas.

- Quiero estar contigo.. Quiero estar en tus brazos.., no quiero sonreír más, no cuando por dentro estoy muerto y siendo un mar de dolor y sufrimiento.

Las cortadas fueron bajando hasta que el objeto término en el suelo, sus brazos cayeron al costado de su cuerpo y su respiración comenzó a bajar así mismo sus latidos.

- Y voy a estar a tu lado, mi Taehyung.. Mi TaeTae.

El dolor de su brazo así como el de sus pecho comenzó a detenerse, sus lágrimas seguía saliendo nublado su visión como o más que su cordura impidiendo ver el desastre que dejó en su brazo y alrededor de él.

No más dolor, no más mentiras, no más falsedad, no más recuerdos...., no más vida.




"Kookie, te amo, no olvides que ésto no es tú culpa.. Fue una desicion que tome desde hace mucho, tú sólo atrasaste un poco lo inevitable. Cuídate mucho y no dejes de sonreír"






La puerta del departamento fue tocada con más fuerza, los tres chicos llevaban media hora y nadie les abría.

Extrañados y al mismo tiempo nerviosos y ansiosos llamaron a la policía. Su amigo no contestaba sus llamadas ni mensajes, se suponía que el día de hoy visitarán la tumba de su amigo y fallecido novio del castaño.

Después de quince minutos la policía ya estaba allí, abrieron la puerta y los tres chicos entraron preocupados.

Estaba todo vacío, la puerta del baño llamó la atención del mayor, tomando la perilla la giro y empujó para poder abrir.

Sus ojos se abrieron de manera exagerada y de su boca salió un grito de horror seguido por un incesante llanto.

Su amigo estaba en el suelo, bañado en un gigantesco charco de su misma sangre. Muerto.

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"El joven Jeon Jungkook de diecisiete años de edad fue encontrado muerto en su departamento, se suicidó la mañana del 16 de diciembre, la causa de esta acción aún no ha sido descubierta"














- No dejes de sonreír, aunque tú mundo se caiga encima de tí, sonríe y levántate que siempre habrá alguien que te acompañe.

«Craw»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora