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Escondía su rostro entre ambas manos, suspirando con frustración luego de observar las fotografías de su última sesión. Cada una era más horrible que la otra, le faltaba <<ese>> toque; claro, eran eróticas, el cuerpo humano lo era, pero no como le gustaban.

El bloqueo era más que notorio, el cuerpo del modelo no tenía posiciones fluidas, se veía forzado, tenso e incómodo, nada le producía una sensación agradable.

Despeinó su cabello con ambas manos y posteriormente cerró la computadora, harto de ver el inminente fracaso contenido en todas mis fotografías.

— Jodida mierda.

Murmuró, cansado. Necesitaba una buena sesión fotográfica ya mismo, el plazo de entrega acababa pronto y estaba más que seguro de que su agente no aceptaría una semana más sin la entrega, no se podía retrasar tanto una revista.

Tomó su abrigo de la silla, colocándoselo con rapidez para así poder salir, tal vez un café le ayudaría a despejarse, buscar inspiración. Necesitaba algo y lo necesitaba ahora.

TaeHyung O.S

—Tranquilízate, Jiminie... Ya falta poco para terminar el ensayo.

TaeHyung se encontraba en aquella conocida cafetería, la cual era la que más frecuentaba debido a su cercanía a su facultad. Estaba junto su mejor amigo, y vecino, Jimin.
Cuál estaba teniendo un ataque al haber dejado un trabajo que valía más de la mitad de la calificación final a última hora.

¿Y quién se tenía que encargar de tranquilizarlo y ayudarlo?, por supuesto, Kim TaeHyung.

Tampoco es como si le disgustara o se le hiciera difícil ayudarle. Después de todo; él ya tenia listo aquel trabajo desde hace mucho; y Jimin y él eran cercanos después de todo.

—Ah, TaeTae..— Apartó su mirada de su laptop un momento al escuchar el apodo que el rubio le había inventado hace días, notando que este estaba texteando en su móvil.— Creo que ya me tengo que ir... Nammie me espera en la casa y, sabes cómo es.

Habían estado ahí desde temprano, quizás a partir de las tres de la tarde, y al ver a través de la ventana, notó que ya estaba oscureciendo.

Suspiró, no podía retenerlo, al menos él sí tenía a alguien que lo esperara en su casa.

—Claro.. no hay problema, yo termino el resto.

Le regaló una dulce sonrisa, y escuchó cómo su acompañante chilló de la alegría, dándole un fuerte abrazo e igualmente, TaeHyung se lo devolvió.

—Por cierto... Un chico lindo en la esquina te está viendo, aprovecha.

Susurró JiMin en su oído antes de separarse e irse.

Tragó algo nervioso, ¿alguien le estaba viendo?

Volteó disimuladamente hacia donde JiMin le había indicado, encontrándose con un pelinegro en un banco, viéndolo fijamente.

—Rayos..

Volteó rápidamente su cabeza a su posición inicial cuando conectaron miradas, aún así fuera por un milisegundo.
Respiró profundo, y volvió a su laptop, concentrándose en terminar aquel trabajo antes que se hiciera más tarde.

Mientras tanto, en la mente de JungKook sucedían otras cosas.

Se permitió beber el café lentamente mientras detallaba aquel perfil, tenía un rostro que no se veía todos los días, además de una figura refinada; notorias caderas, piernas y brazos delgados junto con unos dedos absolutamente delicados; perfectos.

Comenzaba a imaginar un gran número de posiciones, era una obra de ante y aún no se había dado cuenta de ello, ¿Sería modelo?
Mordió su labio inferior, comenzando a desesperarse, JungKook no era la persona más sociable del mundo, mucho menos el conseguir un modelo por cuenta propia, siempre eran actores famosos en su propio anonimato, con el rostro cubierto.

Tomó la taza con ambas manos, caminando hacia su mesa, aquel joven había roto cualquier tipo de bloqueo sin siquiera notarlo y, una vez le devolvió la mirada, fue suficiente para acercarse.

— Disculpa que te interrumpa pero, ¿De casualidad eres modelo? — Cuestionó sin pudor, observando con más detalle su rostro gracias a la cercanía, suspirando antes de continuar. — En caso de no serlo, ¿Te interesaría?

TaeHyung se encontró frente sus ojos a aquel alto pelinegro, cuál llenó inesperadamente sus fosas nasales con un fuerte aroma a madera y esencias.

Instintivamente atrajo un poco la computadora hacia él, tratando de protegerse de alguna forma con aquel aparato electrónico, y tan solo miró de pies a cabeza a la persona que se encontraba perturbando su tranquilidad y comodidad.

—U-uh... No, y no.

Respondió algo confundido, pensando si le estaba haciendo algún cumplido, o en verdad le estaba haciendo una propuesta de trabajo.

—Pero... Gracias.

Fue lo último que dijo, antes de volver su mirada hacia su portátil. Aunque ya no podía generar alguna excusa de "estar ocupado", puesto ya había terminado por completo el ensayo.

Tan solo se quedó con la mirada gacha, esperando a que este se retirara.

JungKook maldijo internamente al notar la incomodidad del castaño. Perfecto Jeon, una nueva muestra de que no sabes hablar con las personas.

Chasqueó su lengua, tomando asiento frente a él, entrelazando sus manos sobre la mesa para apoyar su mentón sobre las mismas.

— Bien, eres universitario, ¿Verdad? Es bastante sencillo de notar, en realidad.

Entrecerró los ojos, ¿Qué no todos los jóvenes buscaban la fama? Quién habría pensado que justo el modelo perfecto sería tan difícil de conseguir.

— Tengo entendido que los créditos de trabajo sirven en algunos cursos, ¿Verdad? Incluso sin eso, un trabajo haría bien y estoy seguro de que la paga tampoco sería un problema.

Mordió el interior de su mejilla, aguantando algún comentario fuera de lugar y, tal vez, evitar sonar aún más desesperado.

Palpó los bolsillos de su abrigo, rezando internamente por tener esas molestas tarjetas que su agente había mandado a hacer para él, más arrugó la nariz al notar que sí, evidentemente era su día de suerte.

— Llama al número de la tarjeta si en algún momento te interesa.

Asintió ligeramente luego de dejar la pequeña tarjeta a un lado, levantándose del lugar, agradeciendo por el café hasta finalmente retirarse del local.

❝El arte de lo sencillo. ❞ kooktae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora