XXVI

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Parque de diversiones, el lugar favorito de varias parejas para sus citas y para los amigos sus reuniones.

Era común ver a dos personas agarradas de las manos y riendo muy felices por la compañia del otro, que tierna escena.

Pero ahí estaban ellos, algo incómodos mirando a otro lado que no fuera la otra persona, esperando a por sus amigos que habían planeado una reunión para divertirse pero ahora no llegaban.

Entonces sus celulares sonaron y revisaron sus mensajes, un: "pasenlo bien", estaba escrito muy breve junto a una carita con un guiño, ambos tragaron saliva y voltearon a verse, ahora sólo sonrieron nerviosamente.

—¿V-vamos a subirnos a alguna atracción?

—Claro  —sonrió la muchacha y el chico solo volteo a ver a otro lado tratando de calmarse.

Si, por si no se dieron cuenta, él gustaba de ella y ella de él pero ninguno de los dos lo sabía, solamente sus amigos que fingieron armar una reunión para que al fin estén juntos y si es posible, que pase alguna declaración.

Extrañamente, ambos se la pasaron bien, ya no era incómodo entre ellos y se divirtieron bastante, ya era tarde y solo quedaba subirse a una cosa, la rueda de la fortuna, ambos entraron a una canasta, solo ellos dos, si, era un cliché, como si se tratase de una película y ahora alguien debía declararse.

—El paisaje es lindo, ¿no?  —dijo la muchacha rompiendo el silencio, observando atentamente el lugar con una dulce mirada captando la atención del chico.

Su cabello caía suavemente sobre sus hombros, sus pestañas se movían suavemente cada que ella parpadea y sus labios algo entre abiertos, la hacían lucir muy hermosa a la vista del muchacho quien la miraba muy enamorado.

—Eres hermosa

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—Eres hermosa.

—¿e-eh?

Este no dijo nada más y acercó a la chica atrapandola en sus brazos, apoyo su cabeza en su hombro y lentamente la muchacha lo correspondió, ellos no se separaron hasta que tuvieron que salir de la atracción.

El corazón de ambos latía muy rápido demostrando lo emocionados que estaban con aquel pequeño momento que tuvieron.

Se tomaron de las manos y continuaron con su paseo fuera del lugar, no era necesario decir nada, ellos ya lo sabían, sabían que eran correspondidos y las palabras sobraban, solo disfrutaban aquel momento.

Treasure (Escenarios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora