Siete minutos en el paraíso [DekuKatsu]

2.

Gracias a mi mejor amiga, Miyako. No podría haber sacado esto sin su ayuda.

Tan solo eran unos niños. Niños estando en casa de una amiga, festejando un cumpleaños. Todo el salón había sido invitado a dicho festejo, claramente; era algo completamente innovador el festejo en sí, ya que Japón, no era un país que celebrase así; para Midoriya Izuku y Bakugo Katsuki, no pasaba por alto. Por eso acudieron a casa de la chica extranjera. En la sala, todos los compañeros de ambos les acomodados alrededor de una mesita pequeña, mirando un gran recipiente transparente. Recipiente en cuyo interior tenía papelitos con los nombres de todos los presentes.

El juego que harían todos era simple: uno de los niños iba a tomar un papelito y le debía salir el nombre de una niña o en su defecto un niño. Hubo protestas por supuesto. Nadie quería besar un chico al parecer. Pero de eso trataba el juego. Por lo cual, la persona que pronunciará el nombre correspondiente a haber tomado el papelito, debían ir dentro un closet completamente a oscuras.

Pasarían siete minutos dentro y entre los dos debían decidir a consecuencia lo que pasaría dentro de este. Era demasiado atrevido y escandaloso para su corta edad; más todos se morían por experimentar la experiencia. ¡Podían dar su primer beso con la niña o niño que les gustaba si corrían con suerte! Era difícil negarse.

En caso que sucediese, por ejemplo el beso. Podía quedar en secreto entre la pareja escogida al azar, si lo decidían. Eran las reglas. Por lo cual, los dos niños estaban mirando a los demás, muchas de las niñas estaban emocionadas por quien pronunciará su nombre, otras estaban asustadas; y otros simplemente solo querían terminar de jugar. Ese por ejemplo era el caso de varios niños como en el caso de Katsuki, que para él, esel juego era totalmente estúpido y ñoño.

Un juego para niñas; más como la espina de su ego le podía mucho estaba dispuesto a hacerlo, ¿Quién se le negaría a él?, tendría que ser una persona muy imbécil.
Después de todo era el mejor partido de todos esos niñatos si se comparará con los demás.

Además, de que, estaba esperando ver a Deku con la persona que le iba a tocar. ¡No por qué le interesase! ¡No! Al contrario, iba estar muy contento. Y sabiendo todo lo noble y llorón que era Izuku, seguro no se negaba si una chica fea, resultara querer un beso suyo.

Sonreía burlón de imaginarlo. Vaya humillación. De inmediato, su mirada fue hacia una chica de orejas grandes y su cuerpo lleno de pelo. Ella parecía un perro. Ya no pudo contenerse y dejó escapar su risa. ¿Qué pasaría si le tocaba a esa niña a Deku? El pecoso iba a besar a una niña con cabello en la boca, haciendo que el otro se llenará de éste. ¡Que perdedor era ese nerd!

Luego de unas rondas, en las que podía ver más rostros decepcionados de niños; una voz le llamó por su nombre.
El rubio solo se quedó sorprendido, ya que el tiempo fue tan rápido. ¡Apenas se estaba divirtiendo! Por lo que de mala gana, se levantó del suelo y fue directo hacia la gran copa de cristal que estaba en medio de la mesa, donde habían un montón de papelitos, por lo cual, con mala gana metió la mano y sacó uno de estos.

Una mirada llena de indiferencia al abrir y leer dicho papel, cambio en una fracción de segundo a una de sorpresa. Su corazón acababa de dar un vuelco. Definitivamente, Katsuki no supo predecir que su destino le iba jugar mal. Quería irse. Pero, no deseaba que lo vieran como un cobarde.

Molestó porque todos los comentarios escandalosos de sus compañeros seguían insistiendo para que dijese de una vez el nombre y no se andará con rodeos, les gruñó. ¡¿Podían dejar de presionarlo?! Ni siquiera daba crédito él mismo con lo que acababa de pasar.

Debió irse cuando tuvo la oportunidad. Si eso hubiera sido la mejor salida. Antes de que fuera tarde. Ya a esta altura estaba jodido. Pero, no iba ocultarse bajo las faldas de nadie; oh, juraba que sus mejillas ardían como el infierno.