001. 𝑃𝑒𝑎𝑐ℎ 𝐶𝑎𝑛𝑑𝑦 || ✞

하나: "Angelic"

No pasó mucho tiempo para que mi madre superará su divorcio con mi padre, así es ella. Las situaciones que más la puedan dañar, las supera de manera sobre natural. Y ésta ocasión no sería la excepción, a pesar de saber que esto me afectaría a mi, ella hizo lo posible por no quedarse sola. Siempre que tiene la oportunidad me recuerda que "los hombres no sirven, solo juegan contigo, y con tus sentimientos", pero lo olvida cuando un chico dos o tres años menor a ella le parece atractivo.
No la culpo, amo a mi madre, se que necesita a alguien cerca para sentirse bien. Pero, no puede seguirse lastimando. Cuando la dejan se pone muy mal, y eso no se lo puede seguir permitiendo...

Yo, por mi parte, con mi novio, con quien tengo ya dos años de relación estoy bien. Ni mi padre, ni mi madre lo saben, por su puesto. Pero siguen pensado que soy virgen, cosa que es una gran mentira. Y siempre intenta hacer que me acueste con alguien de mi edad, es molesto.

Aunque, es cierto que todos los novios que ha tenido hasta el momento son bastante atractivos, todos son muy bobos, incluso a pesar de ganarme por unos cuantos años. Pero el día de ayer, eso cambiaría, ya que el señor Bill Clinton había sido, hasta el momento la mejor pareja que había tenido mi mamá. Y por mucho, es atractivo, carismático y simpático. Entiendo porque mi mamá cayó enamorada y el le correspondió, son tal para cual... Sonará mal, pero después de unas semanas con el señor Bill en casa, he comenzado a enamorarme yo también.

–¿Y bien cariño? - preguntó mi mamá sacándome de mis pensamientos

–Perdón, ¿de que hablábamos? - dije confundida

–Tú madre saldrá de la ciudad unos pocos días, y te quedarás bajo mi cuidado - dijo Bill, quien no evitó formar una sonrisa en su perfecto rostro, es raro que diga que aveces parece que él me coquetea? Espero que no.

–Oh, ¿en serio?,¿a dónde irás?

–Hacía la casa de tu abuela paterna. - habló sin prestar atención a las acciones de Bill, cosa que, me preocupaba. No es que mi mamá sea una distraída, es solo que, deja de prestar atención a las cosas más obvias y eso llega a dar miedo

–Pero es muy lejos de aquí, son casi ocho horas de viaje en coche. - bajé la mirada

–Lo sé, y es por eso que te quedarás con Bill, además, solo iré, pasaré la noche ahí y volveré

Después de lo oído, procedí a levantarme de la mesa y recojer mi plato, para posteriormente ir a mi habitación. Me puse mis audífonos y me desconecte del mundo, no quería pensar en algo que no fuera la música o en mis tareas pendientes. La idea de pasar un día sin mi mamá no me agradaba del todo, pero si es por trabajo, tenía que aceptarlo como fuera.

...

El día en que saldría de la ciudad llegó, y no pude despedirme por el colegio. Por lo que me sentí mal al llegar a la casa y no notar la presencia de aquella mujer que le daba otro ambiente a cualquier sitio en el que estuviera.
Fui directo a mi habitación, no había nada que hacer en otro lado.

Una vez terminadas mis tareas bajé por algo a la cocina, tenía hambre. Tomé lo primero que pareciera comestible y lo subí de nuevo conmigo, pero al cruzar por la habitación de mi madre (que la compartía con Bill) escuché fuertes y entrecortadas respiraciones provenientes de aquel cuarto. Uno que otro jadeo de repente se hacía presente ante la atención que puse para averiguar que era lo que oía. Luego, un fuerte gemido me dio a entender que alguien ahí dentro, quizá el señor Bill, se había estado masturbando todo este tiempo. Acerqué mi cabeza al orificio que se hacía entre la puerta y la pared, ya que esta no estaba totalmente cerrada. Al ver, el señor Bill estaba acomodándose, metiendo a su amigo entre su ropa interior y subiendo su pantalón de vestir. Parpadee por un momento y cuando veo de nuevo, él ya estaba acercándose a la puerta de manera agresiva. Me sobresalté y fui corriendo a mi habitación con la cara hirviendo.