Un Motor Para Los Dos. (FanFic BNHA Mei X Izuku)

Capítulo 1.

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El sol apenas aparecía. Las olas de la marea matutina eran calmadas y amistosas, sin dejar de lado su misteriosa naturaleza. El enigma que representaba esa puerta al inmenso océano parecía el perfecto pero desafortunado momento para que la recordara una vez más, para que su mente lo atormentára más.

Ya habían pasado más de 2 horas y el joven peliverde, ahora se encontraba rendido, con los nudillos ensangrentados, mostrando parte de sus tejidos al rojo vivo con pequeños pedazos de roca y arena incrustrados de forma violenta en ellos. Su vestimenta, que alguna vez había sido un jersey rojizo con la leyenda "Plus Ultra" y un pantalón de tela de algodón oscuro, ahora estaba reducida a únicamente andrajos deprimentes.
Frente a el, los restos de lo que hacía unos minutos era una enorme estructura rocosa que la gente había llegado a utilizar a estilo de banca para contemplar el brillo del atardecer en la marea pacifica.

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El sufrimiento y sacrificio de sus extremidades y fuerza fisica, se habia convertido en parte de la rutina de Midoriya, pero ese día había tocado fondo finalmente.
La roca sucumbia a los impactos del One for All, uno tras otro, y las lágrimas de su nuevo portador no lograban sofocar la rabia y tristeza que ardian en su corazón.
Lentamente sus brazos llegarían a su limite, el One for All comenzaba a desactivarse con cada golpe. Pero Midoriya no estaba satisfecho aún. Sus puños continuaron golpeando los restos sobrantes, ningún dolor físico  se habría comparado al dolor que brotaba de su corazón.

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-Oye...muchacho... ¿Te encuentras bien? (Un anciano con voz amable pero preocupada se inclinaba ante el)

-¿E-eh?...

Eran cerca de las nueve de la mañana y la playa poco a poco comenzaba a llenarse de gente, Midoriya apenas entendía que ocurría en ese momento, su mente había flaqueado y provocado su desmayo del cual despertaba apenas.

-(Observando los restos de la roca a la vez que miraba las manos lastimadas del joven peliverde) Si tú hiciste eso....debe significar que tienes un Quirk asombroso, una pena que lo uses únicamente en esto...

-(el peliverde se sienta en la arena mientras trata de orientarse) ...

-Deberias ver a un médico...con esa actitud, tarde o temprano tu cuerpo no podrá responderte igual que hoy. (Dijo el anciano hasta que se reincorpora y continúa su camino sin despido)

-(El peliverde solo lo observa alejarse) ...

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Era hora de volver a casa y el andar de Midoriya era lento y sin prisa. Este habría sido muchísimo más llevadero de no ser por las miradas curiosas de los transeúntes confundidos ante la apariencia que le había dejado su previo entrenamiento, que a decir verdad molestaban mucho al muchacho.
El malestar se reduciría al notar la cercanía de su edificio, aunque el llegar a su casa en ese estado significaría una sola cosa.

-¡Izuku! ¡¿Que fue lo que te paso?! (Al ver llegar a su hijo, Inko se acerca rápidamente para mostrar su preocupaion)...Estuviste.....(busca la mirada de su hijo)...llorando de nuevo, ¿verdad?

-(La mirada del peliverde agachada comenzaba a cristalizarse una vez más, su garganta solo alcanzaría a reproducir una respuesta tropezada) No, mamá....esto no es nada, simplemente entrene un poco de más.

-Izuku....(alcanza un pequeño botiquín de sobre un librero mientras toma el brazo de Midoriya y lo sienta junto a ella) ...¿Cuánto más vas a seguir así?

-Mama, sabes que tengo que entrenar,  no puedo llevármelo a la ligera...

-Sabes que no me refiero a eso... (Limpiando las heridas del joven)... No sabes cómo me lastima todo esto...

-...

-El ver qué te hieres de esta manera es insoportable para mí...(sus lágrimas comenzaban a caer sobre su falta y las manos de Midoriya, poco a poco acababa de limpiar sus heridas) ...

-...

- Me hace sentir como si no hiciera un buen trabajo como tú madre...

Si había algo que Midoriya no soportaba más que ninguna otra cosa, era ver a su madre triste. La había visto llorar varias veces antes, pero esa vez era diferente, ahora el culpable de su llanto era el mismo.

-Mama...yo...(Izuku)

-...(Inko se levanta del sofá , devuelve el botiquín a su lugar de origen y simplemente camina a su habitación no sin antes voltear y mirar a su hijo). Estoy muy decepcionada de ambos...de mi por no cuidarte como debería....y de ti por perder tu carácter de esta forma.

La casa quedó en silencio toda esa tarde, la madre de Izuku no hacía ningún ruido en su habitación después de haber llorado de una manera descorazonadora. Izuku solamente podía encontrar en su mente una única frase; "¿En qué demonios me estoy convirtiendo?". Así pasó su tarde hasta que la noche acogió el cielo y quedó profundamente dormido.

El sonido del reloj de escritorio con el rostro del antiguo Símbolo de la Paz hacia su recorrido de las horas hasta el momento de alertar el inicio de un nuevo día. La escuela lo estaba esperando.