ʟᴀ ᴅᴏᴜʟᴇᴜʀ ᴇxϙᴜɪsᴇ l.s

Prólogo

NOTA:

Les quiero pedir una enorme disculpa por anular la historia sin avisar, la razón de ello es que tardé mucho con las actualizaciones, ocasionando que haya perdido la continuidad de la historia, así que tomé la decisión de volver a escribir cada uno de los capítulos que ya tenía para refrescar mi memoria, por lo que les pediría (y si ustedes así lo dedean) volver a leer los capítulos, ya que editaría algunas cosas de ellos, agregar o quitar, además de escribirlo mejor, para brindarles un buen contenido y lo disfruten mejor, la idea será la misma, no habrá cambios totales en cada capítulo. Les agradezco mucho todo el apoyo que me han brindado desde el principio, lxs amo mucho, y estoy profundamente agradecida con el resultado, amo leer cada uno de sus comentarios, gracias gracias en verdad. Y sin más que decir, disfruten mucho de la lectura <3

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Sus pasos eran lentos pero seguros, su expresión serena y confiada, demostrando poder en su mirada, ocasionando que los guardias que custodiaban los pasillos, bajen la mirada en muestra de respeto hacia su próximo monarca, ese era el impacto que ocasionaba el alfa Harry Styles, con tan solo caminar dentro de su hogar en dirección a la oficina de su progenitor, quien lo había mandado a llamar minutos atrás para tratar algunos temas pendientes.

Al momento de que llegó el alfa de ojos verdes a la oficina de su padre, se encontró con dos de sus guardias que cuidaban a toda costa de la entrada, teniendo armas largas en sus manos, preparados ante cualquier situación que se llegase a presentar. Rápidamente, Styles hizo una señal con la mirada, ordenando que lo dejaran entrar de inmediato, lo cual no tardaron en cumplir con su petición, ya que tiempo antes habían recibido la indicación de dejarlo pasar una vez que llegara.

—Ya estoy aquí ¿Qué es eso tan importante que tienes por decirme, padre? -preguntó con serenidad, manteniendo la mirada fija en la de su padre.

—Will, déjanos a solas.
—demandó a su confidente.

—Como usted ordene. —acató su petición, y sin más que decir, salió de la oficina.

Al momento de que ambos alfas estuvieran completamente solos, el alfa mayor fue el primero en hablar.

—Hijo mío, desconozco cuánto es el tiempo que me resta de vida, y para ello, no quisiera irme sin dejarte las cosas claras. —dice soltando un pesado suspiro, sin despegar la mirada de su hijo.

—Padre ¿Qué es lo que sucede? ¿Cuáles son esas cosas que debes dejarme claras? —pregunta sin entender, teniendo un tono de confusión en su voz.

—Harry, eres mi único hijo, por lo tanto, tú serás el que va a heredar la corona de la mafia Quimera cuando yo muera ¿No es eso lo que tanto has esperado en tantos años de entrenamiento? —Pregunta reconociendo el esfuerzo que ha hecho su hijo a lo largo de los años.

Mientras tanto, el rostro del ojiverde parecía iluminarse al momento de oír aquellas palabras de su padre, al fin estaba reconociendo cada una de las batallas que tuvo que enfrentar para ser merecedor de la corona.

—Por supuesto, lo he esperado por mucho tiempo, padre. —le responde de inmediato.

—Sabía que responderlas de esa manera. —relame sus labios, preparándose para lo que estaba a punto de decir. —Pero..

En ese momento, la ilusión de Harry comenzaba a decaer, siempre que su padre ponía un "pero" a las cosas, cambiaba por completo lo que decía.

—Si quieres ocupar mi lugar, necesitas cumplir con dos de mis condiciones. —hace una pausa. —Uno. —levanta su dedo índice de la mano derecha. —Encontrar un buen omega con quien puedas enlazarte.. Dos. —levanta su dedo medio de su misma mano. —Tener un cachorro alfa, para que yo pueda asegurarme que la mafia seguirá en manos de los Styles.

—¡¿Qué!? —gritó en protesta. —¡No puedes obligarme a juntarme con un omega para tener un estúpido cachorro! —reclamó subiendo el tono de su voz, enmarcando la ceja mostrando inconformidad.

—Claro que puedo hacerlo, y no está a discusión, así son las cosas. —responde con firmeza, sin dejarse intimidar por su propio hijo. —Si no tienes un cachorro entre tus brazos, no podrás ser digno de seguir con la mafia de los Styles. Cuentas únicamente con tres meses, y si en esos tres meses no me das la noticia de que tú omega está en cinta, tendré que buscar a otro heredero que si cumpla con dichos requisitos. —Le advierte firmemente, vio por última vez a su hijo, quien mantenía una expresión de disgusto que simplemente ignoró.

Pasó el tiempo, y solo fue cuestión de un mes para que el alfa encontrara un omega digno de él, sin importarle que los sentimientos de ese pobre chico de ojos azules estuvieran involucrados, porque lo único que le importaba en ese momento, era el poder que obtendría gracias a que ese ingenuo diera a luz al cachorro que necesitaba para cumplir con los estúpidos requisitos de su padre, y ser finalmente dueño de todo, pero desafortunadamente las cosas no siempre resultan de acuerdo al plan.

—Descubrí cada una de tus mentiras, es increíble la forma en la que me usaste para tu propio beneficio, sin importar que yo hasta daría la vida por ti, porque al parecer, el único que se enamoró aquí fui yo, pero desgraciadamente me enamoré del mismo diablo.

—La vida no me va a ser suficiente para curar tu corazón que yo mismo rompí, pero quiero que de algo estés seguro, enamorarme de ti nunca estuvieron en mis planes, mucho menos tener una hermosa familia, pero ¿sabes qué? Eso fue lo único que hice bien en esta vida, sentir el amor de un omega, y ver crecer al fruto de ese hermoso amor. El diablo no pudo resistirse ante un angelical omega de ojos azules.

Siempre acudimos al camino fácil para conseguir lo que deseamos, pero desafortunadamente somos ciegos del daño que podemos ocasionar a las personas que se cruzan en nuestro camino, y cuando queramos emendar nuestro error, podría ser demasiado tarde, provocando que caigamos en el profundo pozo del arrepentimiento.

Sean bienvenidos a la mafia Quimera, donde el poder es más importante que el verdadero amor, pero desafortunadamente las malas decisiones siempre vuelven para atormentar el resto de tu existencia.