⎡¹⁰⎦‣ "mina"

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Habían pasado ya días, más bien semanas desde que Samo se mudó al nuevo apartamento, así dejando la casa de su madre atrás. Mina se fue con ellas, digo, a la misma torre pero otra habitación, sí, estas tres mujeres eran inseparables.
Momo acostumbraba a salir casi todos los días a casa de Tzuyu, llegando tarde y a pesar que ella y Sana ya no compartían habitación, dormían todos estos días juntas puesto que la mayor llegaba como invitada a la pieza de la contraria. La rubia no podía evitar esperarla despierta, ya que le preocupaba que alguna vez no llegase o se sintiera mal o que necesitara de ella y no estuviese a tiempo -como la última vez en esa maldita fiesta-.
Pero este día era distinto, Momo estaba tardando mucho más de lo normal y Sana descubrió la razón luego de ver un tedioso tweet.

Allí estaba ese desquiciado sonido, otra vez, el corazón de Sana; echo mierda de principio a fin. Las lágrimas salían y salían, le costaba hasta respirar, y el apartamento colaboraba sofocándola. Necesitaba llegar donde Mina, pero no había forma de lograrlo, no podía ni manterse de pie. <<Debo llegar, no puedo verla, no ahora>>
Sólo debía bajar unos pisos y golpear el primer apartamento, sí, ha soportado muchísimo, pero esta vez era distinto. De todas formas ¿qué más daba? Ya había perdido a Momo.
Antes de salir deja una nota para su mejor amiga, así esta no se preocupaba

"Iré a dormir donde Mina porque necesita mi ayuda"

<<Yo necesito la de ella>> pensó.

Apuesto que nunca nadie había escrito con tan mal pulso como Sana esa vez. El papel estaba todo mojado por las lágrimas, pero de aquí a que llegara se secarían, ¿verdad? Lo pega en el espejo que da a la puerta, saca sus llaves y se va corriendo. Todo el su mundo se movía, las paredes la apretaban y las escaleras no terminaban nunca. Cuando por fin logra llegar al piso de Mina choca con el conserje, se disculpa moviendo la cabeza porque su boca no articulaba palabras y sus cuerdas vocales estaban muy tensas. Golpea desesperadamente, una Mina soñolienta y envuelta en una manta abre a la velocidad de la luz para que a penas sea vista Sana se le lance encima.

MI: ¿Sana? ¿Qué haces aquí tan tarde?

(...)

MI: ¿Pasó algo con M-
SA: Sh.
MI: ¿Vas a dormir aquí?
SA: ¿P-puedo?
MI: Claro...

Estaban las dos acostadas, Mina envolviendo a la mayor para brindarle seguridad y calma.

MI: ¿Quieres hablar ahora?
SA: Se v-van a cas-sar
MI: Per-
SA: No q-quiero que se vay-a de mi la-do
MI: Eso es muy egoísta.
SA: Lo s-sé.
MI: Pero te entiendo. Ya no llores más, por favor (entrelaza su mano)
SA: Lo s-siento. Todas las v-veces que ven-go es porque estoy llorando, perdóname.
MI: No digas estupideces, para eso estamos (seca sus lágrimas)
SA: ¿Salgamos mañana?
MI: Si logras abrir los ojos...
SA: ¿Dónde t-te gustaría ir?
MI: A ver las estrellas.
SA: (se tensa) Otra cosa...
MI: Al acuario.
SA: Tendremos una cita en el acuario entonces.
MI: Me parece, espero que sonrías mucho porque extraño verte feliz.
SA: Estaré contigo, así que no lo dudes.

Momo llega de madrugada al apartamento, a penas abre se va directo a la pieza de Sana -ignorando totalmente la nota del espejo-, antes de acostarse se percata que no ella estaba. El alcohol en su cerebro no la dejaba pensar ni hacer mucho así que sólo se resignó a creer que estaba bien y que por la mañana aparecería a su lado.
Spoiler: no pasó.

Last Chance - ¿Samo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora