EYYYYYYYYY, estoy aquí de vuelta tras el comentario que puse para este One-Shot que, por cierto, nadie contestó excepto una persona cuya identidad no voy a decir, la cual me mandó una petición privada de un One-Shot con los 4 !A LA VEZ! ¿Se nos va la pinza? Un poco sí.
A disfrutar ; )
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------*Narra Alexby*
Por fin había llegado el día en que Vegetta y Willy volvían a España a pasar unas cortas vacaciones junto a nosotros. Los echaba ya mucho de menos, sobre todo a Willy. "Ay Dios mío Willy, si supieras hasta qué punto desearía tenerte, sentirte, tocarte..." pensé de forma casi bucólica. "¡Por Dios Alexby, concéntrate, tienes que irte ya!" Gritó mi subconsciente al recordar que había quedado.
Era verdad, tenía que ir al aeropuerto a recoger a Vegetta y a Willy. Veréis, resulta que dos días antes de que ambos regresaran, Frank nos llamó para invitarnos a su casita de campo –allá a saber donde– para celebrar una fiesta de bienvenida. Así que me encargó recoger a Willy y a Vegetta mientras él preparaba las cosas.
Y allí estaba yo, saliendo de mi casa y yendo con mi coche al aeropuerto a la espera de la venida del avión desde L.A. Por suerte no encontré mucho tráfico y llegué allí justo a tiempo para ver como su avión aterrizaba en la pista.
Unos momentos después, todo fue muy deprisa. Llegué a la salida del puente de embarque y vi como Vegetta y Willy se acercaron a mí casi corriendo para darme un fuerte abrazo. Primero me abrazó Willy y, sin todavía haberse separado de mí, Vegetta nos rodeó con sus fuertes brazos haciendo que la cabeza de Willy quedará al lado de la mía, pudiendo absorber el aroma de su pelo y haciéndome estremecer.
Una vez acabadas las salutaciones, nos subimos todos a mi coche para ir a la estación de tren. En cosa de 3 minutos ya estábamos allí. Media hora después, llegamos a nuestro destino y tuvimos que caminar media hora hasta llegar a la casa de campo de Frank. Dios mío, esa casa está en medio de la nada.
Una vez llegamos, tocamos a la puerta y esperamos la respuesta de su interior la cual, llegó un minuto después. La puerta se abrió y nos mostró a un feliz Frank, mostrando una sonrisa de oreja a oreja.
–Hombreeeee, por fin habéis llegado. Creía que no llegaríais nunca.– Dijo haciendo un ademán para invitarnos a pasar a su morada.
–Hubiéramos llegado antes si esta dichosa casa no estuviera en el culo del mundo.– Le dije casi gritando intentando sonar, en vano, de manera enojada. Entré y le di un abrazo, después fue seguido por el de Willy y finalmente por el de Vegetta, el cual se alargó un poco más de lo esperado. Pero no le di importancia, yo estaba centrado en conseguir esa noche a mi querido Willy.
–Bueno...– Dijo Frank una vez ya todos dentro. –...que empiece la fiesta.–
*Narra Frank*
Llevaba toda la maña preparando todo para este especial día. Willy y Vegetta regresaban de L.A. así que invité a ambos, junto a Alexby, para celebrar una fiesta de bienvenida.
Pero en realidad lo que yo quería era, además de poder celebrar este hecho, poder estar con Vegetta. Así que hice mi propio plan para conseguir mi recompensa. Pero primero tenían que llegar, así que empecé a organizarlo todo: videojuegos, pizzas, algo de alcohol para animar la noche y...un plan perfecto.
Se habían hecho ya las 7 de la tarde y el sol empezaba ya a ponerse. ¿Dónde demonios estaban? Empezaba a preocuparme por si se habían perdido o no podían venir hasta aquí. Intenté calmarme un poco y fui a por el móvil pero no lo encontraba, así que me puse más nervioso hasta que, de pronto, alguien llamó a la puerta. Menos mal, eran ellos. Abrí la puerta.
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